ICONOGRAFIA: Chordi Cortés

Publicado el 22 enero 2013 por Jmadridsa
Chordi Cortés está considerado por la crítica el mejor pintor de ICONOS de España, cursó estudios de Arte en España y Alemania.
Está especializado en procedimientos pictóricos por la escuela Llotja de Barcelona. Sus obras están repartidas en colecciones privadas, museos, monasterios e iglesias de todo el mundo.
Especialista en la pintura o escritura de Iconos. "Tanto en sus reproducciones de bellos ICONOS antiguos, como para realizar las novedosas composiciones de sus ICONOS originales - con todo respeto a los cánones clásicos -" utiliza la técnica de los antiguos maestros de Bizancio: Temple de huevo (Pigmentos de diferente color y composición química emulsionados con yema de huevo). Dorado (Hojas o panes de oro fino de 22 kilates que se adhieren a la superficie por medio de un método al agua muy laborioso, y que requiere gran experiencia, estas hojas de oro se bruñen con piedra de ágata para que adquiera su brillo natural). Estofado (Técnica que consiste en pintar sobre el oro, después frotar la pintura con un palillo de naranjo o Bog para que aparezca de nuevo el oro).
Todo esto se realiza sobre una tabla de madera que es el soporte de los ICONOS desde el siglo V hasta nuestros días.
Voy a hablarles del ICONO, no como señal ni anagrama o logotipo de ordenador, sino del ICONO tal y como lo entiende la Iglesia, sobre todo la oriental, "imagen de un personaje Santo."
El ICONO, cuando está terminado, es una tabla de madera pintada y decorada con más o menos gusto que representa, a base de líneas y colores, una escena o personaje de las Sagradas Escrituras. Pero esto es simplemente el envoltorio. Es un sobre cerrado que tenemos que abrir poco a poco para ir descubriendo su "mensaje Divino", sin que la luz que contiene nos ciegue.
En definitiva, el ICONO no es la técnica ni la representación. Su verdadera esencia es la presencia de lo representado.
Hace siglos, cuando maestros y monjes Constatinopolitanos, Griegos, Búlgaros, Serbios, Eslavos, Cretenses, pintaban ICONOS, lo hacían sobre madera. Actualmente los pintores de ICONOS que se precien como tales, lo siguen haciendo sobre el mismo soporte: un sencillo trozo de madera de un árbol que nace de la tierra y crece hacia los cielos como antena receptora de energía, de luz.
La madera se prepara con yeso blanco. El blanco símbolo de la Divinidad, tiene que cubrir de pureza el soporte del ICONO. A continuación los panes de oro que, después de bruñidos, brillarán sin coloración material, con radiación propia como reflejo puro de la Luz Divina. Así el oro se encuentra en cualquier parte donde se expresa la participación de la vida de Dios, sobretodo en las aureolas. Las vestiduras de Cristo a menudo se convierten en filigranas de oro, símbolo de su Divinidad.
Platón, San Agustín y sobretodo el pseudo Dionisio Aeropajita, coinciden en que "el ser absoluto se refleja en el mundo material por la luz". De esta manera, la luz pierde su carácter puramente físico, se convierte en mensaje Divino y comunica al hombre su verdad.
El fondo de oro es importante para comprender mejor las estructuras ópticas de ICONO. La imagen se irradia hacia el espectador que no puede más que abrirse a esta luz.
El dibujo y la pintura dan forma a las figuras que los cánones, fijados tras la ICONOCLASTIA, marca la tradición. Por ello, podemos observar en ICONOS de muy diferentes épocas y escuelas, la poca variedad en su composición, estructura y forma. Para que me entiendan mejor voy a citar algunas de las muchas diferencias que hay entre un ICONO y una pintura sacra occidental.
- La perspectiva: Occidente utiliza la perspectiva cónica (punto o puntos de fuga dentro del cuadro en la línea de horizonte). Esto da sensación de profundidad. El espectador se mete en el cuadro y recorre paisaje tras paisaje hasta e infinito. El ICONO utiliza la perspectiva inversa: punto o puntos de fuga fuera del cuadro. Esto provoca que la imagen salga en busca del espectador.
- La figura: En occidente es realista, dramática, con modelo vivo, del natural. La Virgen a menudo es algún familiar del pintor vestida con telas y velos. En el ICONO, la figura es el soporte de colores y luces con diferentes significados. Nunca hay modelo del natural, existe un canon que va pasando de maestro en maestro a través de los siglos.
- La Luz: Occidente utiliza la luz solar, natural que ilumina unas partes, deja en penumbra otras y provoca sombras. La luz cenital, la luz que viene de arriba a abajo. La luz focal, muy utilizada por los pintores tenebristas, ilumina las figuras desde un lado, como un foco que provoca fuertes contrastes dejando el resto de cuadro muy oscuro. En el ICONO es la luz interior, luz tabórica de la transfiguración. Se trata de una luz que tiene que ver poco con la realidad. La irradia la propia imagen desde su interior.
- De igual manera, la paleta del ICONOGRAFO no está compuesta por su juicio estético. El pintor tendrá que sacrificar parte de su creatividad e idea estética en virtud del mensaje, que para ser comprendido necesita de un lenguaje invariable. La dificultad de tal composición se encuentra justamente en el carácter simbólico. Cada color es "autosemántico", es decir, transmite su mensaje propio. El azul simboliza la "morada de Dios", el Misterio de la vidad Divina. El verde es el color de la naturaleza, simboliza la juventud y la vitalidad. El rojo, símbolo del sacrificio, siempre relacionado con la sangre y pasión de Cristo. El amarillo, los ocres, sienas, marrones, y el negro, todos ellos con significados concretos que nos facilitan la lectura del mensaje Divino en el ICONO.
La imagen recibe así un carácter abstracto que traspasa la realidad. A la vez, se vuelve como un conjunto de signos emitidos por ella (el ICONO se vuelve testimonio y el espectador se debe abrir este mensaje),
La imagen está terminada, queda en silencio. Su boca cerrada, los labios suavemente unidos, los ojos fijos en nosotros. Y ese silencio nos está comunicando más cosas que cualquier pintura Sacra occidental con la boa desgarrada y los ojos rojos de dolor. El ICONO nos manifiesta la verdad eterna.
Chordi Cortés.