Identifícate! El cachondeo de las contraseñas

Los sistemas de identificación han variado mucho desde el portero automático: -ñiiiiik -¿quién eees? -soy yooo clanck (abierto).  Ahora todo es mucho más tecnológico y ¿seguro? Sólo hay un problema en los sitemas de seguridad: las contraseñas.
La primera vez que tuve que inventarme una contraseña para mi cuenta en el super ordenador de la facultad fue hace unos años, muchos años, tantos que hasta el microchip de mi perro tiene más capacidad de cálculo que aquel prodigio de la tecnología en el que teníamos que hacer las prácticas de programación.
El tener que pensar en una contraseña era algo nuevo y excitante para mi. Me hacía sentir un cosquilleo, una excitación (bueno era joven, estaba en la facultad y la chica de al lado estaba muy buena) que era como estar imitando a un espía al estilo de James Bond. En cuanto conseguí apartar de mi mente esa visión tan excitante...y la de James Bond también. Me concentré, exprimí todas mis meninges y la brillante idea de contraseña de espía que se me ocurrió fue..."arrroba". Está visto que si mi carrera fuera la de espía sería más del estilo de Mortadelo y Filemón que del estilo Bourne o James Bond. Vaya una clave... De todos modos con el tiempo me he ido dado cuenta que la mayoría de nuestras claves son de ese estilo.
En algunas ocasiones he tenido que entrar en el ordenador de algún usuario y he podido comprobar que la imaginación para poner claves puede ser tan limitada como la mía: tomate1, grapadora, ventana, voligrafo2 (todavía dudo de si la falta de ortografía fue deliberada), jefecabron (sí, hay gente que se desahoga nada más entrar en el ordenaor)...y claves muchÍsimas claves con variantes fálicas.
Con el tiempo me enteré de que las claves te las pueden robar y acceder a tus datos. De modo que con el efecto paranoia me ayudó a ir complicando las claves, con números, con letras, mezclando mayúsculas y minúsculas, usando algoritmos que generaban las combinaciones más extravagantes. Hasta llegar a un punto en que las claves eran tan buenas, que ni yo mismo podía entrar en la cuenta de hotmail.
Dicen que ser algo paranóico es bueno para mantenerse a salvo de los robos de contraseñas, pero tampoco hay que pasarse. Yo me he llevado alguna bronca cuando he ido al cajero a sacar dinero y he vuelto con las manos vacías por negarme a darle la clave de la tarjeta al maldito cajero automático...

con la de veces que he ido ya se debería saber mi clave...o es que no sabe quién soy? o lo sabe y me está tendiendo una trampa...será que viene otro a sacar dinero con mi tarjeta? por qué me ha pedido la clave dos veces?, qué extraño ... en casa nunca toma una segunda taza...

Incluso alguna vez he metido la clave mal deliberadamente tres veces...

sí, se quedó con mi tarjeta, pero nunca sabrá cuál es la clave y la duda le volverá locoooo (risa de malo trastornado) muuuuuaahhahahá...

Y la obssesión por las claves no era sólo mía, también les pasaba a algunos usuarios. Sobre todo a aquellos que les decía que pusieran una clave más complicada o que simplemente con no apuntarla con tipex en mitad de la pantalla era suficiente.
Un día uno de esos avispados usuarios vino todo contento a mi y me dijo:

-Me he inventado una clave que no puede adivinar nadie...
Yo le miré y le dije "coche".
-No
-CocheCanijo
-No, es una frase - y se rió como si aquello fuera el no va más de la criptografía
-CocheCanijoyFeo
-No -riéndose- te lo voy a decir a ti, la clave es "MarbellaEsDePutaMadre"
-Ya, pero...¿sabes que el sistema sólo tiene en cuenta los 8 primeros caracteres?
-Eh -contando mentalmente- bueno Marbella no está tan mal como clave. Además yo nunca he estado allí...
-Ya...¿qué coche tienes?
-Un seat
-Un seat, ¿qué más?
-Marbella.

Luego está esa manía que tenemos los informáticos de obligar a los usuarios a cambiar de clave cada cierto tiempo. Sin detenernos a valorar el hecho de que si ya es complicado que el usuario tenga una contraseña y la memorice, lo de hacerle inventar una nueva cada dos por tres, es misión imposible. Hay muchos que para evitar este problema agarran claves temáticas. Por ejemplo, temas relacionados con el motor: coche1, moto2, vicicleta3 (sigo dudando respecto a lo del volígrafo)... Hortalizas: pepino1, calabacín2, batebaseball3, consolador4... Santos: SanMarcos, Sandalia, Santana, Santander, volígrafo...
Pero lo mejor es conseguir recordar una clave que te suene a chino, así no la podrá averiguar nadie. Algo del estilo: chin-tu-kuá. Aunque claro lo mismo se entera un chino y te parte la cara porque te has acordado de sus ancestros. Ahora tengo la duda de si un chino intenta complicar mucho su clave para que no la sepa nadie le puede salir algo del tipo "tomate1".
Aunque lo de memorizar claves dentro de un tiempo pasará a la historia. Incluso el moderno DNI electrónico terminará siendo algo obsoleto. No necesitaremos nada para identificarnos, la clave será nuestra propia persona.
Y para ello los modernos sistemas de identificación usarán cualquier parte de nuestro cuerpo...bueno espero que no sea cualquier parte, porque por un momento he visionado a Nacho Vidal intentando identificarse en un cajero automático y se me han puertos los pelos como escarpias..."quería hacer un ingreso...", decía el mamón, como si no hubiera ingresado bastante ya.
Pues eso que se podrá utilizar la huella dactilar, el escaneo de ojos, los distintos matices de la voz, la distribución de los empastes, la sangre o incluso llegado el caso el olor corporal.
Pero no creo que todos estos sistemas tan modernos sean la panacea. Porque si antes nos podían robar las contraseñas con multitud de ingeniosos métodos ahora pueden ser mucho más expeditivos y en lugar de instalarte un programa que rastree las pulsaciones de teclado del ordenador, te cercenen una mano para acreditar que eres tú ante cualquier ordenador. Aunque se podría evitar pidiendo aleatoriamente una parte del cuerpo para identificarse...lo malo si en mitad de la oficina te toca enseñarle el culo al ordenador para que se asegure con el escaneo de hemorroides que eres quién dices ser y que ese culo es el que va a partir por el medio tu jefe en la próxima negociación salarial. Nada de escándalos siempre puede ser peor...el ordenador puede pedirle al que antes tenía como clave volígrafo que coloque su putrefacto pie encima de la mesa para identificarle.
Lo del olor corporal probablemente es mejor que no se implante...porque creo que reconocer a alguien por el olor...es terrible...imagino al ordenador diciénndole al usuario "Joder Evaristo, dúchate o yo no te identifico en mi ciclo de vida". Pero sin embargo sería una excusa perfecta para una situación comprometida..."cariño no es lo que parece, es que hoy el ordenador estaba enfermo y me estaba identificando la secretaria para poder meter unos archivos en el ..."
En el futuro se podrá indentificar a la gente por el tono de voz, y creo que lo han probado con éxito en países del norte de europa. Pero eso es totalmente inútil en España. En primer lugar porque la resaca de los lunes haría irreconocible incluso a un coro de niños cantores, los martes no se podría usar por los bostezos del usuario, los miércoles porque todo el mundo grita como si se hubiera pillado los testículos con la puerta del ascensor, los jueves porque el sistema se estropeo en el tumulto que se formó porque un gracioso tenía como frase identificativa "Socorro, fuego, vamos a morir todos" y el viernes...¿para qué ir a currar el viernes si no hemos conseguido entrar en la oficina ningún otro día de la semana? Lo de identificar a alguien a través de los ojos, no lo veo. Pero un sistema de identificación tiene que poder servir para todo el mundo...y lo de escanear los ojos no sirve para todo el mundo...trata de identificar a un famoso de los que lleva soldadas las gafas de sol negras a la cara como si hubiera nacido con ellas.
A lo mejor el sistema más efectivo es que usa la sangre...además al conectarte te puede medir los niveles de colesterol o triglicéridos, eso sí, si te conectas muy a menudo pudes morir desangrado. Aunque si el ordenador de casa lo usa toda la familia reza para que no se confunda por la mezcla de sangres y en lugar de entrar en tu correo electrónico entres en el tuenti de tu hija y te diga que estás preñada. Que seguro que puedes denunciar el problema a la agencia de protección de datos, pero el susto no te lo quita ni Maradona.
Pero todos estos sistemas son casi ciencia ficción, así que de momento tendrás que seguir recordando tus claves y procurando que sean mejores que las de los demás.