Ideología inercial

La primera ley de Newton es también conocida como ley de la inercia y simplificando viene decir que los cuerpos son perezosos. Es decir, que si un cuerpo (entiendo como cuerpo un objeto) está quieto tenderá a mantenerse quieto y si está en movimiento se opondrá a que lo detengan.
Se me ocurre que si ponemos una canica sobre una plataforma giratoria pintada la mitad de azul y la otra mitad de color rojo y la hacemos girar, la bolita permancerá quieta. De hecho parecería que no hemos hecho nada, salvo si nos fijamos que la bolita antes estaba sobre una superficie roja y sin querer y por acción del movimiento ahora descansa sobre una superficie azul.
Conozco casos de personas que no se han dado cuenta de que el tiempo ha movido la plataforma y ellos se han quedado en el lugar en el que estaban por acción de la inercia, haciendo que su ideología, antes roja, pase a encajar más con una de color azul.
Esforzados trabajadores, que arriesgaron su vida -literalmente- en la clandestinidad del PSOE y del PCE, para lograr unos valiosísimos derechos laborales, satisfechos de que sus mujeres estuvieran en casa cuidando de los hijos para que fueran hombres de provecho. Grandes machos luchadores al que el tiempo les ha movido la plataforma y que continúan votando al PSOE por una lealtad ciega, a pesar de que no crean en la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, que recelan de los que no son heterosexuales, mientras ven una corrida de toros y comentan las anécdotas del bautizo de su último nieto.
En esta reflexión no trato de juzgar a nadie, no soy quién para hacerlo. De hecho miro esos ojos cansados de luchar con mucho cariño y me entristezco al pensar que lo que para ellos fue en su momento el no va más de ideologías progresistas, hoy podrían considerarse posturas propias de la derecha reaccionaria.
El tiempo es cruel y puede que dentro de unos años sea yo el que parezca abrazado a los dictámenes de lo que hoy en día Rajoy quiere hacer ver como Partido Proletario (PP) defensor de los trabajadores. 
Procuraré no detenerme y que mi inercia me mantenga en movimiento para contrarrestar el paso del tiempo.