Aquella lógica de la entificación del bien y del mal continua aún vigente y con renovado vigor; la cual se plasma en ciertos grupos religiosos -y digo grupos religiosos y no iglesias porque me parece que es una etiqueta demasiado grande y configuraría un oxímoron- en su manera de ver el mundo, en entender misionología, en su manera de vivirla espiritualidad y en su organización, entre otras cosas.
En el país del Norte, ya en la era Bush (padre e hijo) se hizo patente esta cosmovisión de cruzada. Donde el discurso entremezclaba lo religioso y lo político hasta fusionarse; por momentos hablaba el presidente y por momentos un poderoso líder religioso fundamentalista. Esto llevo a tremendas consecuencias ya conocidas y un claro retroceso histórico y cultural; que ahora se acentúa con el proyecto de intolerancia total a la religión Islámica por parte de esta "iglesia".
Pero aquí en la Argentina esta cosmovisión de ser "iglesia" se "imparte" desde hace varios decenios en numerosos pulpitos; a través de doctrinas que se encuentran plagadas de un lenguaje belicoso, de una evidente violencia simbólica y de una intolerancia exponencial.
Éste tipo de manera de entender y ser "iglesia" se ha manifestado en forma pública, donde las principales organizaciones religiosas cual abanderados del Edén, rechazaban, a través de convocatorias de sus fieles en las plazas, la consagración legal de un matrimonio igualitario; allí se hizo presente esta lógica de demonización y de intolerancia radical.
Una de las metáforas que tomo como ejemplo de esta a “impartición” y adoctrinamiento de la "la iglesia" en esta cosmovisión belicosa. Es la preconización de la Iglesia como "el ejercito de Dios" la cual ha resonado y resuena en numerosos templos, congresos, encuentros religiosos, etcétera – a continuación daré una breve y sintética descripción-.
Aquélla metáfora se enmarca en la idea de que hay una guerra, por el momento espiritual, en la cual "el nosotros" (grupo religioso) estamos llamados a combatir contra la Satanás y su demonios. La forma de combatir tiene varias manifestaciones que van desde la oración y la intercesión, así como la utilización de armas espirituales (por el momento), las cuales son, entre otras, la espada, el hacha, etc. También se encuentran los llamados "actos proféticos" donde se realizan por ejemplo, tomas espirituales donde se recorre la ciudad o lugares que se quiere conquistar, y también se ha desarrollado la famosa cartografía espiritual donde se trata de ubicar los lugares de maldad para luego liberarlos. Por lo cual la belicosidad atravieza toda la estructura de ser "iglesia" implementando esta cosmovisión de cruzada.
De esta forma al priorizar este tipo de metáforas, en donde se construye en razón de ellas; configurando discursos que se traducen en prácticas poco constructivas y que de en vez de pacificar la sociedad la convulsionan y se contribuye a un aumento de violencia en el sentido más pleno de la palabra. Dejando de lado aquellas imágenes que evocan un discurso de amor, de perdón, de integración, de tolerancia; que denota una iglesia preocupada y ocupada por los sectores marginados con una espiritualidad comprometida con la realidad social.
Por último, quisiera terminar con esta oración para que se encarne y se haga praxis:Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.Donde haya odio, que yo lleve Amor.Donde haya ofensa, que yo lleve Perdón.Donde haya discordia, que yo lleve la unión.Donde haya duda, que yo lleve la Fe.Donde haya error, que yo lleva la Verdad.Donde haya desesperación, que yo lleve la Esperanza.Donde haya tristeza, que yo lleve la Alegría.Donde haya tinieblas, que yo lleve la Luz.Oh Maestro,concédeme que yo no busque ser consolado,sino consolar.Ser comprendido, sino comprender.Ser amado, sino amar.Porque: dando se recibe,perdonando se es perdonando,muriendo se resucita a la Vida Eterna.San Francisco de Asís
Julito
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