Estamos en 1822 dentro del Trienio Liberal (1820-1823), propiciado por el levantamiento del teniente coronel Rafael de Riego el primer día del año de 1820 en Cabezas de San Juan (Sevilla), con lo que a Fernando VII no le quedó otra que acatar la Constitución de Cádiz con sus libertades, poco duraría en esta España algo tan avanzado y el más indeseable de los reyes que ha tenido este país encontraría los suficientes apoyos en Europa para la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis que le repondrían su absolutismo.
Apenas hacia una década de la guerra que la nación tuvo con Napoleón y tanto la iglesia como la sociedad española parece que empezaban a levantar cabeza tras los desastres. Pero continuemos con el libro en el que nos detalla el "valor del curato" de algunas poblaciones o la capacidad de extraer rentas del territorio sobre el que ejercía el sacerdote su jurisdicción espiritual:
Cardoso 11.000 reales, Matarrubia 8.800 reales, Torrelaguna 12.000, Cabida 3.600, Patones 2.200, Majaelrayo 18.000, El Cubillo 12.000, Robledillo de Mohernando 12.500, Redueña 6.000 y Valdepeñas de la Sierra 9.500 (destaca la capacidad de las rentas en Majaelrayo, seguramente llevaría adosadas las de algunos de los denominados pueblos de la "arquitectura negra").
Lleno de curiosidades por ejemplo el cura párroco de Uceda en 1822 se llamaba José Manuel de Caldas y estaba ayudado por un capellán sin licencia para confesar a causa de su sordera por lo que era necesaria la ayuda de un teniente cura.
Continuara...