quién es il mostro si no vos mismo
quién llega en esos momentos de duda,
de calma frenética,
de intermitencia
del antro
del espíritu
del color más horrible
sos la cara del coso que fluye
nada te defiende ni te define
por eso
caés
y rodás
y babeás
al lado del pozo las botas limpias
la mano sucia
la cara roja y todo
todo
al tacho
porque hay humo
il mostro
aturde, ilumina
pega de atrás y corre
vuelve y te atenaza
te ilustra con la vergüenza del que no hace
te llena de la turbulencia del que no sirve
y sigue
se esconde
se tapa
se desvanece
pero vuelve
y todo es un piolín que no tiene madeja
la vida del poco hombre
la poca mina, el súper pibe
el valor de lo intrínseco
que buscás como poseso
con la lengua afuera,
con las manos rotas
los ojos grandes y las migas que se escupen solas
iIl mostro
no se va
nunca
jamás
esquivaste los balazos, y los metiste
de prepo en la cabeza de aquel gil
palabras de mierda para gente de mierda
que quiso bailar a ese tiempo de nada
porque estaba mirando para afuera
comprate un coso de esos
que hacen bien, y según dicen
funcionan
le funcionan
a los que creen en cosas que hacen bien
pero il mostro
sabe,
y sabés,
que no
que no creés, que no vale
que nada cambia según el tiempo
y que la moda ahora
es pegarle de punta a la tribuna
que la promoción te dejó afuera
que la continua vagancia
y lo absurdo de la voluntad
te cagan a palos todos los días
porque nada tiene de maravilla
ni de rojo ni amarillo
que el artista se limpie
la boca con el comensal
maravilla era otra cosa que
ya no existe, y vos menos
vos sos menos
un insecto medio vivo
atrapado entre los dientes, dientes sucios, oxidados,
llenos de caries, de sarro, de cosas
feas como el día de la madre,
los dientes chotos de il mostro choto
il mostro choto que te levanta
te revolea
te dice grosso, mono, sos un crack
il mostro inmenso como un alfiler
que te pincha y te descubre
maléfico, ignaro
infeliz novelero que pretende
como todos
llegar a algún lado, solamente
impulsado por el peso
de un talento inanimado
como la emoción del primer día
esa hora
en que la condena sobre el necio pareció olvidarte
y te sentiste con suerte
pero cuando te fuiste a dormir
a querer soñar
se te cerró la bocha y como todo cornudo,
como todo traidor, como todo
como toda marioneta
de trapo
te avivaste
por un segundo
te diste cuenta
nada se va
y lo viste llegar
sentiste como se abrió esa puerta que encerraba
al mostro que te frunce el ojete
al petiso camorrero
al pelado matador
il mostro que come giles
como vos
que los traga sin pensar
que los caga sin dolor
il mostro que te trata de puta suave
entregadita y servil
que te coge coge y coge
con una mano en la boca
para que no hagas ruido
y te enfrentes a la vida dura de la puta
la re puta, con perdón
de las putas que laburan
il mostro que te penetra
que te envaina, te somete
te atraviesa con el borde
de un caño de gran calibre
te recorre por adentro y te fornica como nadie
te revuelve por desgracia
por deporte, por coacción
y te sabe mariquita, te sabe entregador
te sacude con violencia
y te acaba fuerte
con un chorro amarronado
la lascivia hecha moco, hecha disparo
tiro en las bolas
porque il mostro es un campeón
y vos no
nadie no, nunca no
siempre puede ser
que el relleno de los otros
te parezca lo que es
amasijo de detalles vacuos
de polémicas afirmaciones
sobre el ser, no ser, el querer, el desear,
y los hijos que vendrán
que van a tener un mostro propio,
parecido, similar,
pero no igual
al que golpea, al que llama
que duerme poco y no avisa
il mostro
(il mostro)
aguante todo y que se vaya todo al orto
poema del loco gentil
del genio que se mancó antes
poema del mostro suave
el que llega, el que llegó
que no rima ni tiene mesura
ni tiempo
poema del antro paralítico
del asceta, del absurdo
de los gritos en la calle
del camión de la basura
de las cuatro de la mañana
pensando en aquellas minas que entregaban
pero no
en aquellos logros que casi arañás
en aquellas cosas que festejás como salvaje
sabiendo, siempre sabiendo
que no puede existir
cosa más chota
que aferrarse a una pantalla
para poder dormir
pero loco, que loco
acá viene
está llegando
il mostro que todo lo ve
y que te dice
que para estrolarse
sólo se necesita confianza
confianza en algo
que puede ser cualquier cosa
confío en vos pero miento,
y así te mienten
todos, de a uno, de a dos o de a montones
porque la esencia del sobreviviente
es mentirle a los demás
no queda nada, no te hagas drama
que la fe es cuestión de perder y perder
pero alguna se te va a dar
alguna cosa que parezca impresionante, que parezca salvación
hasta que prendas un pucho y en el aire
en el humo
en la tráquea reventada
se te aparezca la silueta
de vos mismo
sosteniendo un cuadro de colores
sonriendo
esperando los abrazos de alguien lindo
de alguien puro, de alguien
de otro que no sea el mismo
perro flaco que te lame los ojos
cuando nada queda
entre vos y la cuchilla.