Caballito tordo que esperando estás poder salir al campo para trotar.
Crines al viento, ¡volad!, que, por los montes de El Pardo, El Deseoso va.
Nota: Mi amiga Sandra hizo esta bonita foto y me pidió que escribiera, en tan sólo dos líneas, lo que la misma me sugería. Entonces bauticé al caballo tordo como El Deseoso.