He estado estos días, analizando un poco como me siento desde el sábado que vino "la visita familiar". Tenia ilusión depositada en ese día, pero mis expectativas se quedaron en eso, en expectativas.O soy yo que me hago mi propia película de lo que me gustaría que sucediera o es que las cosas siguen igual y han cambiado, pero no a mejor.La incomodidad de mis familiares ante mi es muy significativa. La tensión que se respiraba por ambas partes, tanto por la mía como por la de ellos, era palpable.Se sienten incómodos en mi presencia. Centraron la atencion en los niños, como hacia muchísimo tiempo que no los veían y bueno, a mi eso me sirvió también de tabla de salvación ante semejante situación.Hubo momentos que sentí hasta un poco de compasión, porque se que sus infancias tampoco fueron fáciles, pero eso no justifica sus comportamientos conmigo en su vida adulta.No hablan de temas familiares, no pude hablar de mi abuela/madre, la que me crió, que era su madre, parece que rehuyen el tema y ellos son lo más cercano que tengo de ella.Me gusta poder hablar de mi abuela con alguien de vez en cuando. La siento más cerca, porque a pesar de toda la relación amor odio que tenia con ella, la quería, la quiero y la hecho de menos.No se, fue una mañana rara, llena por parte de todos de: ¡cuidado con lo que se habla, no vayas a meter la pata, que todos sabemos lo que pasó y no vaya a destaparse la caja de los truenos!. Hablamos temas banales, de los niños, y poco más. Como si fuera una visita de conocidos que hace tiempo que no ves.Muy raro. Pero igual que hace años. La única diferencia es que se ha acrecentado la distancia temporal, la distancia geográfica y quieras o no, influye en que todo, ya de por si estropeado, acabe por romperse más.
En fin, que me di cuenta que mis secuelas desde el abuso, aquí seguirán. Algunas erradicadas, otras todavía no, pero que mi relación con la que he considerado "mi familia", cada día que pasa se va deteriorando más y pasarán a ser parte también de mi pasado, no de mi presente.