Ilustraciones. una diversión diferente

En el tiempo que trabajaba para agencias de publicidad y en mi etapa de freelance realicé muchas ilustraciones. Algunas con el rudimentario free-hand 3,5 que Luís Muñoz de Art&Co;, uno de los mejores estudios de la historia publicitaria de la Andalucía, se partía de risa cuando veía la extensión de los trabajos. Degradado va y degradado viene. Era cuando el mundo de la publicidad mantenía sólidos sus principios y el trabajo estaba valorado por los anunciantes y clientes. Hoy todo está, se me antoja, desvirtuado por la situación aunque ya se vislumbraba este descalabro con tanto comercial pujando a la baja y tanta temeridad en los presupuestos de las agencias. Creo que Sevilla es una de las peores plazas de España para este sector. Ya, cuando las academias empezaron a ofrecer cursos de "diseño gráfico asistido por ordenador" los cimientos de la profesión empezaron a tambalearse. No todo el mundo sabe para qué sirve, o debe servir, el diseño publicitario. No todo el mundo sabe como estructurar el trabajo. No todo el mundo está preparado y tiene capacidad para desarrollar mensajes que comuniquen, pero en los centros enseñaban a darle al botón de "on" y a tirar millas, y resulta que un ordenador no es más que una mesa, un papel y un lápiz. Es sólo una herramienta que te permite ahorra tiempo y espacio para comunicar. Así de simple.
Cinco ilustraciones. Una para infografía. Otra para cartel. Portada de libro. Cartel para venta y una a lápiz hecha por pura diversión. Sin pretensiones. Ahí va eso. Y además cambio un poco el tercio. ¿Verdad? Que no todo va a ser poner los dientes largos con el condumio.