A finales de abril de 2018 circuló esta imagen en que un obispo se interpone entre un hombre armado, obviamente de las fuerzas policiales, asociadas con el gobierno sandinista (pues, además, se muestran en el fondo los llamados "árboles de la vida" que forman parte de las escenificaciones gubernamentales que conduce Rosario Murillo). Por su parte, en la figura del obispo se reconoce a Silvio Báez, quizá el líder político más visible dentro de la Conferencia Episcopal durante los sucesos de 2018. Por su parte, las figuras de la izquierda (un Jesucristo que acoge a un nacionalista probablemente muerto o herido--pues la bandera está manchada de sangre--durante los sucesos violentos) aportan un comentario muy significativo sobre la naturaleza de la lucha y del sacrificado: es nacionalista, es cristiano-católico, su sacrificio tiene un premio en el cielo. Aunque yo mismo envié un tuit con esta figura el 28 de abril de 2018, no recuerdo su origen, probablemente provenga de un diario. He encontrado que fue recogido en otros tuits, y en sitios como La libreta retórica. Esta narrativa sacrificial fue retomada por los medios, y articulada con la narrativa bíblica, como puede verse en esta caricatura del diario conservador La Prensa del 18 de julio de 2018. La religión impregna la lucha política desde todos los ángulos. En la retórica del gobierno pero quizá más estratégicamente, también en el argumento oposicional, que busca similitudes bíblicas a los sucesos: David contra Goliat como se ven la caricatura de La Prensa (10 de julio de 2018).
El periodismo apuntala, sostiene, elabora y pone en imagen el discurso religioso, o, más bien, la batalla religiosa en que se articula el conflicto político. La pose de los objetos (bandera, imagen de la virgen) transmiten un mensaje de sobrevivencia de los mensajes en la perturbación y destrucción. La periodista dice en su tuit que: "La bandera de Nicaragua y un llavero de la Virgen María no sé quemaron en el siniestro en el Mercado de Artesanías (Masaya)". Las respuestas al tuit ("la Virgen está con nosotros", "Dios está con nosotros") ilustra el éxito del mensaje visual. Dirimir con quién está Dios o con quién está la Virgen, pero también con quién está el diablo, forma parte de la batalla política.