Impopular

Me miran, no pueden evitarlo. Mientras me oculto en las sombras no dejan de fijar sus sucias miradas en mí. El peso de la culpa se clava en mi nuca, cada una de esas miradas, cargadas de odio, son cuchillos afilados que atentan contra mi dignidad. ¿Tuve yo la culpa? En realidad no, fui engañado, acorralado. Fui la cabeza de turco de un perfecto plan maquinado para la destrucción total.

Pero nadie contaba con mi supervivencia, salir vivo de aquel suceso extrañamente me ha fortalecido y sin duda los que provocaron todo este caos lo van a pagar. Me miran, no pueden dejar de temerme, me he convertido en una abominación para sus mentes. Son seres inferiores que no entienden por lo que estoy pasando. Y sin saber que sus vidas dependen de mí, buscan la manera de evitar cruzarse conmigo.

Hubo un tiempo en el pasado más próximo donde los mismos que me desprecian realizaban gestos de alegría al ver mi presencia. ¿Qué ha cambiado? Difamación, mentiras, embustes vertidos con crueldad hacia mi persona. Todo ello ha calado en la gente, me apuntan con el dedo, me culpabilizan de todos sus males.

¿Qué hacer? Por un lado siento ira, odio hacia todo aquel que me desprecia. ¿A caso no he salvado yo miles de vidas? ¿A caso no merezco ser tratado de una forma mejor? Puedo acabar con sus vidas, tengo tal potestad, de hecho con un simple gesto todos sucumbirían ante mí. Bajo mi yugo, es donde deben estar. Debo tomar una decisión, muchas llevo ya tomadas y vivo en un sin vivir del cuestionarme qué hacer.

Siento la oscuridad en mí, después de esforzarme por ser bueno, por comportarme, por servir a la comunidad. Todo por una mentira, pero juro limpiar mi nombre, aunque me cueste la vida o como quiera que se llame este estado en el que ahora me encuentro. Desde las sombras, poco a poco y con toda la fuerza que se me ha sido concedida seré implacable. Si es necesario destruiré todo aquello construido hasta ahora, me da igual, debe de salir la luz para bien o para mal.

La gente más cercana a mí, me mira mal. Con compasión, me temen, no saben si fiarse de mí. ¿Tan fuerte es el poder de los medios de comunicación? Debo descubrirlos a todos, mostrarlos tal y como son, limpiar mi nombre manchado injustamente. Ser héroe o villano cruel decisión, ¿se merece la gente tal esfuerzo?

¡No! Aunque no puedo fallar a los pocos que aún creen en mi inocencia. En aquellos que se mantienen a mi lado en estos momentos difíciles por ellos debo elegir bien el camino. Debo escoger el nuevo rumbo para poder mostrar al mundo que tal amenaza no soy yo. Hay alguien más poderoso detrás pero, ¿quién? Esa pregunta se ha tornado una obsesión en mi mente, ¿quien? ¿Quien es capaz de tal atrocidad?

Tengo una pista, el mensaje debe ser descifrado, debo retroceder sobre mis pasos. Volver al día 0 del atentando. Volver a aquel fatídico día donde todo acabó para la humanidad y empezó para mí. Un nuevo mundo lleno de terror, de pobreza, de destrucción. ¿Porqué?¿Cuál es el fin? Las economías mundiales están en una difícil posición ya que no saben a quién o qué apuntar.

Un atentado terrorista, eso queda claro. Todos apuntas hacia mí, todos buscan mi cabeza como artífice de tal atrocidad pero yo sé la verdad. Me utilizaron, me engañaron, yo fui las manos, las piernas pero no la cabeza de todo aquello. Y ahora aunque sea mediante una agonía jamás conocida y lleno de energía freiré vivo a quien se me ponga por delante. Aunque eso signifique ser impopular.