Ya han terminado mis vacaciones en China y estoy de vuelta en Japón. De vuelta con sentimientos contradictorios, por un lado tenía ya ganas de volver a casa y descansar después de dos semanas de turismo agotador pero la variedad de sitios que nos íbamos encontrando en nuestro recorrido no hacía más que estimular la adicción por viajar que llevo dentro. Cada día me despertaba dispuesto a vivir una aventura diferente, es una sensación maravillosa.
Mientras voy ordenando las fotos y organizando los recuerdos os dejo con un resumen del viaje.
El 2 de agosto llegué a Hong Kong, donde me recibió mi amigo Javi. Hong Kong es mi ciudad favorita de Asia y no me canso de volver una y otra vez, siempre encuentro nuevas experiencias que vivir.
Después de pasar unos días en Hong Kong volé a Guilin para encontrarme con Miguel, Nuño e Inés, mis amigos de España. Esta región del Sur de China es famosa por las montañas de karst que salpican el paisaje y ciertamente nos dejó bastante impresionados.
Cerca de Guilin visitamos las terrazas de arroz de Longsheng, un lugar mágico perdido en las montañas donde parece que el tiempo se detiene.
De Guilin bajamos hasta Yangshuo en balsa navegando por el río Li, una travesía muy agradable.
De Yangshuo regresamos a Guilin para tomar un avión a Hangzhou, la ciudad del Lago del Oeste. Su arquitectura tradicional la convierte en una de las más bellas de toda China. Fue bonito pasear por el centro junto al lago y visitar las plantaciones de té a las afueras.
De Hangzhou cogimos un tren hasta Shanghai. Desde el primer momento nos dejamos atrapar por el bullicio de la gran ciudad, había gente por todos lados. Me pareció que había cambiado bastante desde la vez que estuve hace dos años, sobre todo la zona de los rascacielos en Pudong. En Shanghai quedé con Enrique y nos llevó a cenar hot-pot, fue una alegría comprobar que le van bien las cosas por China. Tampoco dejamos pasar la oportunidad de ir a la Exposición Universal de 2010, lo que más nos llamó la atención sin duda fue la cantidad masiva de visitantes.
Por último, desde Shanghai hicimos una excursión de un día a Zhouzhuang, conocido como la Venecia del Oriente por sus canales de agua. Un pueblo con mucho encanto.
Así han sido mis dos semanas de viaje por China: he visitado diferentes lugares y paisajes, desde ciudades modernas hasta aldeas perdidas entre montañas, ríos y terrazas de arroz, todos fascinantes; he vivido muchos momentos en compañía de mis amigos, todos inolvidables.
Necesitaba estas vacaciones.
Este blog participa en los Premios 20Blogs 2010 en la categoría Blogueros por el mundo. Si te gusta mi blog, por favor no dejes de votarme.