Estuvimos conversando sobre otras posibilidades más allá de ser enterrado o cremado, así que se me ocurrió recurrir a San Google y consultar. Escribí "¿qué hacer con un cadáver?" y, apenas estuve a punto de dar enter, pensé que quizás, como colombiano en Colombia, no era la búsqueda más conveniente y que iba a resultar teniendo a la policía muy temprano en la mañana justo el día que puedo dormir hasta más tarde, preguntándome vainas raras con palas listas para quitar las baldosas del piso, que tanto cuestan hoy en día. Cosas de la internet. Finalmente, no decidimos nada y dejamos la conversación ahí no más: enterrada.