Incongruencias políticas o el mundo de las mentiras.

Si un dirigente de un partido político, partido creado especialmente para que dicho político pueda volver a mandar en la política (o intentarlo, claro) dice a sus futuros votantes que ha regresado para devolverles su orgullo, el orgullo de ser de su tierra, y después nos enteramos que, para comenzar, la página web de su partido ha sido creada por una empresa de fuera que, además, su dirigente está acusado por cuestiones fraudulentas y malversación, la verdad, da mucho que pensar.
Pero que diga en un medio de comunicación, cuando es entrevistado, que los políticos que sólo se dedican a la política están acartonados y demasiado apoltronados para conocer cuál es la realidad social de su comunidad (y también la del país) y resulta que él, Ingeniero de Caminos de profesión, sólo ha trabajado un pequeño lapsus de tiempo en un estudio de arquitectura y después como gerente en una asociación profesional de arquitectos (trabajos sociales y currantes de tomo y lomo, sí señor) antes de dedicarse profesionalmente a la política, es ya lamentable.
A la vez, hace mención de su abandono voluntario de la política. Cierto. Pero, ¿qué hizo después?, ayudar a su mujer actual en la galería de su propiedad.
Realmente sí, su conocimiento de la sociedad trabajadora es el mismo que, quien escribe esto, tiene de la sociedad pudiente, es decir, ninguna.
Claro que a mí, no me importaría adquirir esos conocimientos durante un tiempo (los de la sociedad pudiente, los otros los conozco de toda la vida) y dudo que este político quisiera adquirir los conocimientos de quien no llega a fin de mes sin verse ahogado y sin luchar día a día por seguir hacia delante como puede.
Caricatura realizada por Joan Vizcarra Carreras