- Las calles están sucias, verdaderamente sucias.
- La comida es peligrosa, al menos, en muchos lugares.
- El agua es potencialmente destructiva para la salud.
- Hay estafas en todos lados: tuk-tuk, hoteles, agencias de turismo, tours, etc.
- Hay sobreprecios, muchas veces groseros.
- Desgarra ver los niños en las calles, sucios, malnutridos pidiendo monedas.
- Es cansador pelear cada día el precio justo.
- Te mantiene en un estado alerta, no te deja dormirte en los laureles. El que se duerme se le pasa el tren.
- Saca un tigre dentro tuyo desconocido hasta el momento ya que, ante la adversidad constante, uno lo debe enfrentar y, eventualmente, superar.
- Te convierte, a pesar de nuestro inicial pesar, de un idiota a un sabio. Una vez caes, la segunda lo pensas dos veces.
- Te sorprende con su religiosidad y te maravilla con sus cantos a Dios a toda hora.
- Te endulza con una idiosincrasia exótica.
- Te conmueve ver decenas de vacas en las calles y monos vagando ansiosos por robarte algo.
- Te enloquece con templos espléndidos.
- Te convida lugares para relajarse.
- Genera una necesidad enfermiza por tener no menos de una batería de cámara extra por la necesidad de retratar constantemente lo que tus ojos ven.
Y vos que pensas sobre viajar a la India?
Religión, Cantos, estafas, mentiras, paisajes coloridos, pobreza, mugre, vacas, monos, contaminación, rarezas, curiosidad, arquitecturas, multitud, sonrisas, trabajo social, miradas curiosas...... todo es parte de una India que se torna adictiva... o simplemente nos vuelve locos.