No puedo resistirme. Estoy de un bloguero que me asusto a mi mismo. No puedo dejar de comentar esta noticia: El índice calzoncillo.
Cuando estamos en crisis, baja el consumo, de todos los productos, pero el producto estrella que aporta el dato definitivo es el calzoncillo. Es de cajón; a los coches los subvencionan, a los bancos los rescatan, pero... ¿quién se acuerda del pobre Abanderado?¿Del señor DIM?¿Del gitanete de "a euro, a euro, a euro"? Nadie. El índice gallumbo es el que de verdad nos da el tono de la profundidad de la crisis.
A mi, esto me preocupa, me preocupa bastante, sobre todo por que significa que llevamos dos años siendo cada día más guarretes. Si no compramos calzoncillos, tendremos que usar los mismos más tiempo. Las consabidas cuatro puestas, dos por delante, dos por detrás. Y claro, así está el mundo, que menudo tufillo. Ya sabemos por qué.
Voy a buscar por internet, a ver como va la venta de Rexona y la de Tulipán Negro. Todo sea que estén cayendo en picado. Entonces el tufillo se convertirá en un autentico olor a mierda.
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