Revista Talentos
Aguantó con estoicismo que lo limpiaran y vistieran con su mejor traje. No le gustaba que otro lo peinara pero esta vez no tuvo reparos, quedó completamente acicalado. Familiares y amigos empezaron a elogiarle, resaltando sus virtudes, aunque sabían que no lo agradecería. Entonces lo cargaron, para llevarlo a enterrar.