tu larga indiferencia, cual cuchilla
que penetra por entre la costilla
y mi sangre por dentro desbarata
.
tu mirar furibundo te delata,
como un sol del ocaso rojo brilla,
¡ay! mi vida no tiene barandilla
y si caigo ¡Amor! ¿quien me rescata?
.
sientes inesperado tal hastío
puesto que es fenecido el amor
-no, nunca te pondrás en lugar mío-
.
nunca sabrás del trágico dolor
solo un secreto cruel yo evidencio
cual un muerto, gritando su silencio
.