Tu querias que te dejara de querer... Queridos blogueros (dos puntos)
Estoy buscando una palabra para todas las tonterías que hacemos y también nos encontramos por la red. Infantinato no me gusta. Será porque es de día y he dormido casi doce horas seguidas (ohhhhh) pero ahora infantinato no me suena bien, ayudadme XD, jejeje, :) ;D =p
Todos sabemos por qué estamos por aquí soltando al aire lo que pensamos, que en realidad es lo que sentimos. Ya sea por soledad o por ambición, por amor y odio, por revolución y poesía, por estudio y psiquiatría, o por sexo emocional, bueno... verbal. El caso es que cuando nuestro dedo índice presiona 'publicar', nos entra un qué sé yo qué de emoción... Y después nos lanzamos alocados a leer otros blogs para decirnos algo así como: –ehhh, tuuuuú, que te quiero un montón, pero pásate por aquí y quiéreme tu a miiiií. ¡Que si, amigos, es así!, hasta los que no admiten comentarios andan por aquí por algo.
Necesito que me ayudéis a encontrar una palabra por puro egoísmo mío y propio ¡na más!, porque quiero volver a dormir doce horas seguidas sin despertar mi cerebro hiperactivo diciéndome será posible que sea tan boba (¡anda, se me ha escapado la "a"!).
Tengo que explicarme, porque no entenderéis nada, que estaréis diciendo, que estoy como una cabra (lo que por otra parte es cierto y me importa tres pimientos).
Somos tantos blogueando... Y tan variados...
Imaginad que, aunque poco, lleváis en esto el tiempo suficiente como para saber que también por la red hay apestosos vendedores embaucadores que utilizan los blogs para eso, vender. Rastrean al igual que todos nosotros para encontrar tesoros y en mi opinión contaminarlos. ¡Qué no me parece mal que la gente se busque la vida! pero preferiría elegir yo mismamente a quién se la facilito (¿mentendéis verdad?)
Imaginad que os encontráis con un blog nuevo; que lo que veis os gusta, lo que dice os gusta, la comunidad que lo rodea os gusta, ¡vamos que os gusta, coño! Imaginad que decidís mantenerlo en cuarentena, en un rinconcito, por si acaso. Entonces, pasados unos días volvéis. Si, volvéis para volver a emocionaros como niños pequeños en busca de ese tesoro ¿y qué encontráis? ¡Sorpresa! la interrogación de las interrogaciones: ¡está bloqueado, con su puerta cerrada con llave!
–No, no, no, ¡no has sido invitado!
–¿Cómo?–¡Nonononno, no has sido invitado!– Pero yo... no, no, que no, no has sido invitado. ¡Ayudadme por favor! Infantinato no me gusta, y putada tampoco.
Ya sé que soy una niña (ahora se escaparon dos "aes") nací en el 2009 y los dos primeros años me los pasé aprendiendo a leer, por eso no entiendo nada, y busco una palabra.
Que digo yo que para decirse cosas privadas ¿no sería mejor el correo? y el teléfono ¿qué tal? o una videoconferencia... ¡vamos digo yo! pero bloquear un blog que antes no lo estaba ¡me ha desconcertado tanto! Esperando respuestas, afectuosamente,Yo.
Pd: Pido perdón a mis profesores por esta entrada de hoy, tan llena de errores. Esta bloguera es lo que es, bloguera.