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Infiernos Argentinos (capìtulo 4)

Publicado el 19 noviembre 2014 por Pablo Ferreiro @pablinferreiro

 Infiernos Argentinos (capítulo 4)


Infiernos Argentinos (capìtulo 4)Perdí demasiado tiempo en Rosario. El siguiente infierno en el mapa era Constitución, por suerte había trabajado ahí en un tiempo que prefiero no recordar. Tenía claro que era un infierno, pero era un infierno muy grande. ¿Estarìa con las putas? ¿Con los vendedores de merca? ¿Con los travestis? Tenía idea de por donde empezar: la Saladita.

Llegué temprano, miles de laburantes buscaban el día. Los locales mugrientos, las primeras putas, los rezagados rotos del día anterior, la música insoportable,la Avenida Brasil no había cambiado mucho. La saladita era laberíntica, tomaba su nombre por ser una miniatura de la feria la salada, ubicada en Provincia. En la saladita se conocían todos. Todos eran muy unidos, sobrevivieron a cientos de intentos de incautar mercaderías a puño limpio, fajaron periodistas, tenían su ley. Pasé entre puestos varios, apunté al senegalés, en ese podía confiar.Los senegaleses no viajan únicamente por guita  viajan por cultura.Los franceses los convencieron que el destino estaba afuera, el éxito de la familia está en viajar. Tener un amigo senegalés es conveniente en especial si son muridìes: les importa la ayuda y la solidaridad.-Amigo. 

- Amigo! reloj, cadena plata, gorra.
-Necesito ayuda.
-Todos necesitar, pocos dar
- Necesito encontrar el  infierno
-Si vos creer  Dios no tener miedo a Yahannam-Creo en Dios, no el mismo que el tuyo, pero te aseguro que creo.
-Infieles estar en peligro, no tener protección.
-Deme un lugar. Confíe en mí. Tengo una tarea importante.
-Todo ser Yahannam aquí. Salvo pensión de senegalés. Ahora irse, necesito venta.

No necesitó decir más. Encaré para el lado de las pensiones, en el camino vi miles de almas perdidas pendientes de lo que hacía ahí. Todos se conocen en Constitución, una persona nueva puede significar un regalo para robar o la policía, un policía nuevo, que no participa del circo.  Me hice el boludo todo lo que pude, caminé por San José. Siguiendo mi intuición, entré en la pensión que me pareció menos peligrosa, aunque, luego de la experiencia de Rosario, bien sabía que todas estarían conectadas en una especie de red. Un tipo con tatuaje, buen indicio, me atendió en la puerta, era viejo y usaba una remera de V8.-No hay más habitaciones. 

-Busco a una mujer
- Si no me equivoco hay un lugar en la calle Salta, pero mire bien, puede terminar en cualquier cosa.
- No me tome el pelo, se de que se trata esto, dígame donde esta Clara, esbirro de Satán

Mi frase a lo Van Helsing provocó las risas del anciano. Un viejo de pelo largo se acercó y compartió las risas del otro tipo. -Estos locos nunca se terminan, que lindo que es Constitución. Voy a buscar yerbaSe secó las lágrimas y se fue no sin antes darme unos cachetazos socarrones. El otro tipo me llamó para que me acerque a la mesa apoyando sus codos en un suplemento deportivo del ascenso:-Ahora que estamos solos ¿Como se llama la piba?

-Clara.
-Déjeme ver. La próxima sea más discreto, tuvo suerte de ser gracioso sino quien sabe..

El viejo luego de revisar un cuadernito, en el que adiviné algunos números de quiniela anotados, me hizo pasar a un patio, 10 puertas lo rodeaban. El patio tenía una fuente en el medio, sogas de colgar la ropa y una pelota sin un gajo arrumbada en un charquito. El viejo me encaró:-Amigo, está usted en un lugar mágico. Aquí están las diez puertas del infierno, las verdaderas, todos los otros lugares que recorra serán inútiles, el mapa es inútil, están jugando con usted. Antes de que pregunte, se bien quien es usted. Mi querido Galvez,  usted está en un juego, estuve en su lugar, para ganar debe apostar fuerte. 

-Que me quiere decir?
- Yo también buscaba a mi mujer, pero para eso tuve que quedarme con el puesto de casero de las puertas. Para buscar tranquilo, como verá yo no lo logré. No podrá salir, la única manera de salir es encontrar otro casero que tome su lugar. 
- Y terminar como usted.
-O no.
-Y el otro tipo.
-Auditoría, control de presentismo, burócratas del jefe. 
-No lo va a seguir intentando?
- Para qué? Estoy viejo. Pero usted, lo vi en su cara, usted tiene la llama necesaria, la ama. Le ofrezco mi lugar, mi vida. Me veo en usted, tome el puesto.

El hombre me dió un llavero. Cada llave tenía un nombre de cada una de las puertas del infierno, una revisión rápida me hizo ver que estaban todas, las enumero: Plutòn,(Turquía), Ciudad de Fantasmas (China) ,Montaña que arde ( Nicaragua ), Lacus Curtius (Italia), VOLCÁN Hekla (ISLANDIA), ST. Patrick (IRLANDA), Río Aqueronte,( Grecia), Monte Osore,(JAPÓN), Castillo Housca (Rep. Checa) ,  Monasterio del Escorial (España).-El mundo está en Constitución mi amigo. Alejese de los demonios, hable con los condenados. Si tiene suerte elija bien a su reemplazante como lo hice yo. Tuvo suerte de no caer en otra pensión, la suerte del campeón. Sino quien sabe en qué boludez perdería tiempo. Adiós y paciencia.El viejo hizo un pique que envidiaría más de un delantero. El otro viejo apareció enseguida con su melena pegada a la cara por el calor. Tomó un anotador, escribió algo y se fue, seguía riendo. Anocheció. Sin esperar me dirigí a la que me pareció la mejor elección para empezar: el Lacus Curtius. No sabía como sería el viaje, ¿perderìa la conciencia? ¿me teletransportarìa?. Abrí la puerta llenando la panza de aire: Al otro lado sólo había unas niñas con las ropas gastadas por la violencia. De más está decir que probé con algunas otras puertas con similar resultado: encontré apestados, pobres, traficantes, esclavos, mafiosos, bancarios, detrás de cada puerta que cruzaba me esperaba alguna imagen terrible. Rompí a llorar de la impotencia, no solo Clara no estaba allí sino que estaba condenado a quedarme ahí de casero, o lo que era peor, condenar a otro alma a que tome mi lugar condenandome (vale la repeticiòn) al infierno. Maldije al viejo que me había mentido. Condenar a otro tipo a este trabajo es condenar a ambos al infierno, no se puede ser màs imbecil y más egoista, luego entendì que el infierno, como algunos barrios de Buenos Aires, estaba llego de imbeciles y egoistas. Una vez màs sentí en lo profundo de mi alma que ya no había solución, mi viaje había terminado.Anduve tan desconsolado en ese patio que hasta las niñas víctimas de trata y los esclavos me decían que no me desanime. Con la angustia libre de mi cuerpo me senté a ojear el diario, puse la radio, un tango, Goyeneche:"Pero un frío cruel, que es peor que el odio,punto muerto de las almas,tumba horrenda de mi amor,maldijo para siempre y se robótoda ilusión."En la mañana, el tipo de melena pasò a tomar apunte, de paso me convidò un mate bastante lavado:-No se aflija, usted estaba condenado antes y lo está ahora. La única diferencia es la libertad pero que es la libertad sino una cadena que nos obliga a hacer lo que queremos. 

-No hable pavadas hombre, yo sólo pienso en Clara. 
-Condene a otro y siga con su búsqueda aunque, pisa brotes como soy, le digo que es en balde. 
-No lo sé.
-O quedese, cada vez le va a impactar menos lo que hay detrás de las puertas, no lo puede arreglar, estarán ahí por siempre creo yo. Tómese otro mate, no hay ningún acompañante mejor para el resignado que un rico amargo.
-Si me deja cambiar el agua, usted ceba para el culo. 
- Me voy, si no me va a pegar su mufa. Léase el cuadernito ese que llevaba el otro viejo desgraciado. Ahí tiene para entretenerse.

Leí algunos textos del viejo, era una especie de bitácora desordenada. Estaban mezclados con anotaciones de quiniela, ¿Para que quería el dinero? Tal vez jugaba para entretenerse, vaya uno a saber. Algunas cosas eran interesantes:“Mecha como te extraño, cada noche en este lugar me llena de la tristeza más absoluta, el recuerdo de tu boca, tu cuello, tus ojos es un bálsamo para tanta tristeza. Hoy 14 de mayo de 1989 perdí mis esperanzas de salir, no soy capaz de condenar a nadie como lo hizo el viejo ese conmigo, aunque él decía que yo ya estaba condenado. El Diablo ganó, ojalá algún día los avatares infernales te lleven a entrar por esta puerta, buscándome, ojala me reconozcas, ojala yo te reconozca.”“18 de enero de 1981, El viejo este no sabe cebar mate, ceba con agua hirviendo, botón hijo de re mil puta”“15 de octubre de 1998, hoy comprobe que las puertas son reales, cada una lleva a un mal de la humanidad. Definitivamente no puede haber infierno peor que este, un infierno que me obliga a la indiferencia del sufrimiento ajeno, sólo para poder sobrevivir”“1979 en Montevideo, 1848 en la nacional, 19  y 17 redoblona, 150 pesos”“19 de marzo de 2014, entraste cuando ya casi no te esperaba, sentí lo mismo que aquella vez que te conocí en el baile del club. Hoy es mi última noche acá, mañana estaré con vos, mañana volveremos a tener 18 años, mañana recuperaremos el tiempo perdido”“20 de marzo  de 2014, hoy es mi último día, Galvez, sé que lee esto, usted va a ser digno de esta espera y si no lo es, espero que me perdone por la mentira. No se rinda, espere, algún día llegará la persona adecuada”El estilo del viejo era meloso, cargado, pero logró ganar mi perdón. Ojala que Clara vuelva como Mecha y me encuentre, tal vez valga la pena tal calvario, tal cárcel en la que estaba. Interrumpió mi reelección el primer visitante de la pensión, un conocido: el diablo. Llevaba gorra y una remera de basquet.-Mas sabe el escritor por boludo que por advertido.

-Viniste a firmar la victoria, hacelo y no bardees.
- No se porque me encariño con vos, debe ser porque sos un amargo.
-Me vas a mandar a Clara algún día?
-Ya te dije que no ando en pavadas. 
-Porque estás acá entonces...
- Vine a ver al viejo, pero por lo que se vé vos tomaste su lugar.
-No te hagas el tonto.
-Pasé ayer disfrazado de su mina, para darle una ultima alegría. Por contrato hoy lo liberaba, más de 50 años en un lugar es demasiado. Le tocaba reubicaciòn. Se ve que no se aguantó y se condenó la eternidad.
-Lo jodiste.
-Puse la mejor intención.
-Que lindo lo que tenes acá, un lujo.
-Constitución da para todo, me siento como en casa.
El diablo agarrò un mate. Lo tomò enseguida, de un sorbo.
- Escuchame, me da pena que te quedes acá. Hagamos una cosa. Te voy a dejar seguir pero te voy a sacar 5 días, vas a tener que visitar algunos lugares menos pero bueno, le pone más picante.
-¿Que gano con eso?
-Todo y nada.
-Y vos -No hay trampas para un mulero -Me gusta cuando te pones profundo, pero no puedo aceptar.
-No soy de insistir, la oferta está. Al próximo que entre le das tu trabajo, yo no te condeno por eso, eso ganas. Si no,  gané yo, lo que quiere decir que terminas como el viejo, o peor. No seas gil, que no sos tan buenito, ya te lo dije.

El diablo se retiro dandome un beso en la mejilla. Apenas desapareció, entró el senegalés. Me traspiraban las manos en este tipo de decisiones. El negro, si lo habían mandado era porque iba a aceptar. Nos miramos a los ojos y supo que estaba enfrentando una especie de destino, nos abrazamos. Cuando me iba el senegalés me hablo:

-Si vos creer en Dios, no tener miedo a YahannamSus palabras acotaron mi angustia. Seguí camino con la duda dentro ¿Sabìa el diablo que este negro y su fé podìan arruinar este infierno?  No importa, voy por Clara, sigo por ella. 
*Yahannam: Infierno

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