Insomnio

Publicado el 28 diciembre 2016 por Aidadelpozo

Has vuelto.

Regresas a mi memoria como te fuiste: dejando un fantasmal vacío lleno de mentiras. Vacío de sonrisas, vacío de verdades. Vacío repleto de miedos e inseguridades. Has vuelto porque he escuchado tu voz metálica, porque te busqué, lo reconozco. Fue el insomnio y no yo, quien te llamó, más fui yo quien hizo que el recuerdo se materializara en esa voz gris, en murmullo de viento tras los cristales. En mi interior te siento así: Viento. Nada. Cero. Vacío. Tristeza.

Has vuelto a mi mente y no te reconozco en esa voz ni en esos tonos cacofónicos y extraños. Suenas a promesas vanas, vagas, varadas, viciadas. Eso fuiste. Una promesa viciada. Un no regreso, un no despertar, una ausencia reencontrada.

Has vuelto porque te pensé y tu recuerdo me da frío. Las distorsionadas imágenes de un Luis Buñuel mostrando un pie descalzo de una estatua y un beso húmedo y lascivo, tus confesiones, tus desafíos, tus conversaciones intimistas, tu alma atormentada, tu fetichismo, tus faltas de ortografía, tu vanidad, tu felicidad plasmada en una obra maestra quijotesca, tu prepotencia, tu falsa condescendencia. Pigmalion. Has regresado con un do re mi disruptivo, engañoso, pueril, patético.

Dijiste que me darías tu sabiduría, tus consejos, tu amistad y tus horas sin sueño, más no sucedió. Me vendiste. Nada fuiste y hoy, nada eres, aún, todavía. Nunca.

Hoy es ahora.

Quizás cercano esté el día en que escribas esa obra que te hará eterno y dará carne y sangre a tus horas vanas.

Publicado en RELATO CORTO