A pesar de que el mundo va en declive cada día que pasa más y más, no dejo de concentrarme en algo que me desorienta. Puede decirse que, bueno, tal vez sea una ilusión, o más bien quizá sea que me estoy volviendo loca. Se me hace difícil asimilar esta idea, pues jamás en la vida había sentido algo así. No dejo de preocuparme y preguntarme qué será esto que estoy sintiendo dentro de mi. Es extraño, pero a la vez hermoso, pero también es curioso darle vueltas y vueltas al mismo asunto. No, no creo estar hablando de amor, pues es una palabra muy profunda, y creo ser algo inexperta para esas cuestiones. No me imagino enamorada, no concibo la idea, y simplemente quisiera que el corazón dejara de palpitar con tanta fuerza cada vez que, bueno, llega ese momento, el momento en que, Hum, hay que verlo...
A quién? Pues al dilema que tiene mi mente dando vueltas. Digo que no, vuelvo atrás y me digo que nunca pensaré más en eso. Puede decirse ilusión, yo lo llamaría tormento, y sin embargo mientras más evito pensarlo, ahí está, en lo más profundo de mi mente. Acaso puedo estar tranquila? NO. Llega sin avisar, esa linda idea pasa por mi cabeza y en el momento no pienso las consecuencias, porque estoy sumida en el encanto, pero luego retrocedo, a la realidad y me doy cuenta de que algo así sería imposible. Solo en mi cabeza alimenté la idea de que algún día pude llegar a tenerlo, pero ya se ha ido. Hasta otro momento conveniente.