Ya no por enterarme de quién es Ramón Lobo (aunque siempre conviene saber de un buen periodista, enviado especial de conflicto en conflicto y viajero como el que más), sino por encontrarme conmigo misma y los motivos por los que estudio la carrera que estudio. Por encontrarme con las ganas de contar las historias de los Otros a los otros, a lo largo y ancho de este enorme mundo en el que nosotros no somos más que actores y público; por recordarme a mí misma que esto es lo que siempre he querido hacer y voy a hacerlo, aunque a veces cueste. Pero es que nadie dijo que iba a ser fácil.
El trabajo que tengo que elaborar ha de tener la estructura de un trabajo final de Máster: citas minuciosas, una tipografía concreta, un lenguaje correcto, una bibliografía seria, una investigación y un análisis previos... Y puede sonar a coñazo, pero lo cierto es que hacía tiempo que no disfrutaba tanto trabajando.
Así que, señor Lobo, gracias.