Ternura en los ojos de los pequeños que esperan ansiosos para convertirse en la princesa más hermosa, el tigre más feroz o la mariposa más linda. Ternura en la esponja que colorea sus mejillas, en el pincel que recorre sus rostros, en las sonrisas que iluminan tu espejo cuando, al terminar, se miran en él. ¡Recuerda, es ternura lo que ellos te entregan, agradece semejante regalo, pintando de alegría un trocito de su alma!