En aquel instante...
No fuimos ni tú ni yo...
Ni yo, tú.
Ni tú, yo.
Ni siquiera nos atrevimos
a ser un par
de pronombres...
(un pelín personales).
Y recordando el instante aquel, mientras aquel nuestro eterno Summertime sonaba en la inigualable e irreemplazable voz de Janis Joplin.