Pero, claramente, no se fía de mí. Encima del mantel -el que frutas, el que me gusta-, junto al tenedor y cuchillo, tuvo tiempo antes de irse a trabajar para dejarme una nota:
"Negre, el filete es mejor que, para que lo frías, lo partas primero en trozos. Luego échale sal, un poco de ajo y algo de tomillo".
Firmado: Él.