Revista Talentos
Tarej Bayuf estornudó con muchas ganas y todos cuantos estaban a su alrededor, cristianos viejos por lo que ve, lo acompañaron con un ¡Jesús! Pero Tarej Bayuf protestó. Si yo soy mahometano, practico el islamismo, no me suelten blasfemias. ¡Hala!, exclamaron los aludidos en un esfuerzo de empatía y comprensión.