Han sido ya unas cuantas semanas desde que hablé someramente de la estrategia de la Atención Integral a Enfermedades Prevalentes en la Infancia (AIEPI).
La estrategia AIEPI ofrece ventajas frente a otras estrategias basadas en enfoques centrados en una única enfermedad. En la mayoría de ocasiones, en los países en vías de desarrollo, un diagnóstico único resulta inviable y en cierta medida irreal, ya que suelen padecer más de una enfermedad. La AIEPI toma en consideración de forma integrada los factores de riesgos graves que pueden afectar a la salud infantil, garantizando el tratamiento combinado de las principales enfermedades infatiles y poniendo énfasis en la vertiente preventiva a través de las vacunaciones y la mejora de la nutrición.
Poder introducir y aplicar la estrategia AIEPI (de momento, en más de 75 países en todo el mundo) es un proceso paulatino que requiere de unos estrechos niveles de coordinación y colaboración entre las partes implicadas, programas y servicios sanitarios existentes, gobiernos y ministerios, lo que permitirá la adaptación de los principios de la misma a las circunstancias sociales, culturales, sanitarias y epidemiológicas locales.
Los pasos a dar podrían resumirse de la siguiente manera:
- Incorporar un enfoque integral de la salud y el desarrollo del niño en la política sanitaria nacional.
- Adoptar las directrices clínicas uniformes de la AIEPI a las necesidades, a los medicamentos disponibles y a las políticas del país, así como a los alimentos y al idioma locales.
- Mejorar la atención en los servicios sanitarios locales impartiendo a los agentes sanitarios capacitación sobre nuevos métodos de examen y tratamiento de los niños y sobre prestación de asesoramiento adecuado a los padres.
- Posibilitar la mejora de la atención velando por que se disponga de suficientes medicamentos apropiados de bajo costo, así como de equipo básico.
- Reforzar en los hospitales la atención de los niños cuyo grado de afección impide tratarlos en consultorios externos.
- Elaborar mecanismos comunitarios de apoyo para prevenir las enfermedades, ayudar a las familias en el cuidado de sus hijos enfermos y trasladar a los niños que lo necesiten a hospitales y dispensarios.
En los niveles más básicos, todo ello supone actuaciones en centros sanitarios:
- diagnóstico correcto de niñ@s no hospitalizados.
- tratamiento combinado apropiado de todas las enfermedades principales.
- asesoramiento a quienes prestan atención atención sanitaria.
- derivación acelerada de niñ@s con enfermedades graves.
Y también en los hogares:
- promoción de comportamientos adecuados en la búsqueda de asistencia sanitaria.
- mejora de la nutrición.
- mejora de las estrategias de prevención.
- cumplimiento adecuado de los tratamientos prescritos.
En una próxima entrega, cuestiones relacionadas con la evaluación de su eficacia…