Revista Diario
Como hemos acabado convirtiéndonos en hojas caídas? Como nos hemos hecho tanto daño, como nos hemos olvidado el uno del otro? Como hemos acabado siendo hojas arrastradas por el viento, como el frío acabó atrapando a nuestro corazón y lo congelo por completo, hasta convertirlo en hielo. Llovió todo el día, el cielo estaba gris y nuestros corazones ya no bombeaban juntos. Porque dejemos de amarnos, de querernos porque nuestro mundo está destruido, y el cielo está gris. Porque en este invierno hace más frió que el anterior, porque mis manos se agrietan igual que mis labios..
Porque en mi cama ya no queda nada de tu olor, porque se esfumaron tus besos de mi piel, mis ojos ya no te recuerdan, ya no se acuerdan de como eras ni de que te veían cada mañana al despertar. Porque el agua me quema de más, porque tus besos se han quedado en el olvido, porque te quedas y luego no estás. Reconozco que yo tuve algo que ver siempre jugando al perro y al gato, esquivandonos, mordiéndonos el labio superior cuando nos veíamos en cada esquina, con ganas de que hubieran fuegos artificiales. Cerré mi puerta de la habitación en tu cara dormiste en el comedor unas cuantas noches deje que nuestro corazón se helará y con el, el resto de la casa. Deje que ese aire frío nos atrapará no te protegí, no deje que entrarás en mi refugio en esas cuatro paredes que me rodeaban para poder entrar en calor y no dejar que el frió nos atrapará. Tuve que ponerle remedio a toda la situación, nos convertimos en hojas caídas cuando nuestro colchón se empapó de mis lagrimas y nos olvidemos que habían dos cuerpos en esa misma casa y nos olvidemos por completo de nosotros dos. Nos olvidamos de querernos, olvidemos sentirnos, mirarnos. Olvidándonos de nuestros cuerpos.