El primer cambio destacado es el boton Home, desaparece la imagen del cuadrao y esconde en su interior un lector de huellas táctiles, esta característica sirve para desbloquear el dispositivo, en un futuro servira para hacer compras y reforzar la seguridad.
En la parte superior se percibe un cambio en la cámara. Se mantienen los ocho megapíxeles, pero cambia el tamaño del sensor. El flash ahora es doble para poder medir y equilibrar la luz. El menú, de nuevo, se asemeja al del iPhone 5, salvo cuando se abre la opción de vídeo. Ahora se puede grabar a cámara lenta con alta calidad. Una puerta abierta a la creatividad, perfecto para los fanáticos de los deportes o darle un toque de emotividad a los primeros pasos de un niño.
Otras novedades están en el interior, en dos procesadores renovados. El A7 promete una mejora en la gestión general del teléfono. iOS 7, ahora sí, corre. Las animaciones van mucho más fluidas y apenas hay demora para pasar de una aplicación a otra. El M7, en cambio, se especializa en el movimiento.
Referente al procesado M7 todavía no existen aplicaciones que puedan aprovechar está característica, incluso Apple no ha publicado muchas opciones de su aplicabilidad. Así mismo su lanzamiento en varios países está muy demorado, en algunos con dos o tres semanas de atraso.
El iPhone 5S no ha llegado solo, lo hace acompañado de un modelo inferior, pero más colorido, el 5C, cuesta 100 dollares menos, pero prescinde de la nueva cámara y los procesadores A7 y M7 y de la huella dactilar para desbloquear, osea es el mismo iPhone 5 pero de plástico.
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