Fingir que no estás cuando alguien toca la puerta.
Esta palabra resonó en mi cabeza apenas la escuche y refleja un poco como me sentí esta semana. Después de haber superado muchas cosas y estar un poco más feliz. La ola vino a hacerme compañía (para los que no saben sueño con olas enormes desde principio de año) pero esta vez mis amigas estaban ahí para ayudarme, lo cual fue casi poético de parte de mi inconsciente. "Así es como se ve en mis sueños, es como si ustedes fueran parte de mi sueño en este momento" les contaba a mis amigas cuando vi la ola en el sueño, toda una confusión para mi cabeza.Pero sí, fingí no estar, hice como si fuera invisible. Luego fui directo a lo de mis amigas y parecía que no hubieran pasado tantos años de amistad. Era como si fuera la primera vez que nos conocimos y nos juntamos en una casa a divertirnos. Eso es amistad de la más pura, ese tipo de amistad que por más de que tu vida sea como una ola en cierto momento se mantiene fuerte e inquebrantable a la distancia.
No sé si es tan malo después de todo no estar para otras personas, ya iré aprendiendo a hablar y estar con gente desconocida, pero tengo en mi corazón la tranquilidad de que mis amigas están ahí detrás alentándome.
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