Estamos a finales de verano, y se me ha ocurrido que es buena época para publicar algunas de las fotografías que durante el mismo he realizado en la isla canaria de La Palma. Pero no sólo eso. Quienes me conocen saben bien que soy un enamorado de la Isla Bonita, en la que he estado varias veces, isla que yo y mi familia visitamos cada pocos años, casi como una norma autoimpuesta. Así que decidí extender este artículo incluyendo no sólo fotos de este último verano, sino además una selección de muchas de las que he hecho allí en los últimos nueve años.
Blue. Título que he dado a esta foto, que muestra la impresionante costa negra volcánica de La Palma al amanecer. Un ave pasa volando, arriba en el extremo superior, por encima del sol que comienza a asomar entre las nubes.
Los españoles estamos muy familiarizados con las Islas Canarias. Me refiero al hecho de que existen, están ahí y forman parte de nuestro país. Pero, sobre todo los peninsulares, a menudo olvidamos lo que son en realidad estas "islas afortunadas":
Pertenecen al continente africano, pero no sólo eso; su impresionante geología, abrupta y de aspecto prehistórico, así como su flora y fauna, son únicas en el mundo, y tampoco pueden ser vistas en el continente africano. Y es que las Islas Canarias pertenecen a la Macaronesia, un conjunto, único en el mundo, de cinco archipiélagos del Atlántico norte. Se trata de islas de origen volcánico, algunos de cuyos volcanes están aún activos y puedes ver su acción reciente en el paisaje, (e incluso sentir su calor directamente en tu piel, en algunos lugares, por ejemplo en Tenerife o Lanzarote). Albergan todavía hoy en día los últimos bosques subtropicales que dominaron la cuenca del Mediterráneo en el período terciario, hace más de 20 millones de años, antes de las últimas glaciaciones. Sus paisajes son únicos e impresionantes, no hay nada parecido en el resto de España. Y entre su fauna y flora, numerosos endemismos, incluyendo no sólo muchas especies vegetales que parecen salidas de otro mundo, sino también aves y reptiles antediluvianos que no pueden verse en ningún otro lugar del planeta. Casi nada.
Cascada de nubes descendiendo sobre las laderas de las montañas que dominan el paisaje del denominado Llano de las Brujas, unas negras y singulares llanuras situadas en el corazón de la cordillera denominada Cumbre Vieja, la cual ocupa el centro de la mitad sur de la isla de La Palma. En primer plano, abajo a la izquierda, puede apreciarse una de las características plantas de la Macaronesia, meciéndose al viento (fotografía de larga exposición)
Isla de La Palma (o de San Miguel de La Palma): isla canaria de origen volcánico, de hecho una de las más jóvenes del archipiélago, que surgió de un volcán submarino a 4.000 metros bajo el mar. En la zona sur existen volcanes todavía en activo. En la norte, la gran Caldera de Taburiente, de 9 km de diámetro, el mayor cráter emergido del mundo, con huellas de lava en su interior. A 2.426 metros de altitud se encuentra el bello Roque de los Muchachos, lugar donde se erige uno de los observatorios astronómicos más importantes del mundo, y es que en La Palma, a gran altura, pueden apreciarse unos cielos nocturnos prístinos, sin nubes ni contaminación lumínica. Ideal para observar el firmamento.
Comienza un nuevo día en La Palma. Contemplando el mar, en Breña Baja, todo se ve de otra manera
Volcán de San Antonio, en el sur de la isla. Desde la última erupción, la naturaleza se ha abierto paso y pinos canarios y arbustos se han extendido por la caldera. Por cierto, la madera del pino canario (Pinus canariensis), es una de las más resistentes al fuego de cuantas hay en el mundo
Volcán Teneguía. En el extremo sur de la isla, se alza este volcán nacido de una erupción que se produjo en el año 1971 (hace tan sólo 48 años). Al fondo, arriba a la derecha, puede divisarse la vecina isla de El Hierro, algo que es fácil en días despejados, comunes en esta soleada parte de La Palma
Otra toma de la cascada de nubes en el Llano de las Brujas. Este fenómeno meteorológico, común en muchas islas, está descrito como "efecto foehn"
Mar de nubes y pino canario. El mar de nubes es un bello fenómeno. Se trata del "mar" de nubes que puede observarse desde las grandes alturas de algunas montañas del mundo. Cuando esta altura supera aquella a la de que se hayan los estratocúmulos que se encuentran a baja altura debido a los vientos marinos, uno puede disfrutar de las impresionantes vistas del mar de nubes (en la foto, en la parte izquierda). Un pino canario se bate al viento, y parece mirar en la dirección que éste sigue, el mismo viento que arrastra el mar de nubes en dirección Oeste
Vista del mar de nubes desde las altas crestas de la Caldera de Taburiente. Ésta está situada en un Parque Nacional del mismo nombre
A continuación, un vídeo "time lapse" montado con fotos que realicé en el denominado Llano de las Brujas. Muestra en acción el llamado efecto foehn o efecto föhn, el movimiento de las nubes hacia poniente, descendiendo desde el altiplano de Las Brujas, no muy lejos del observatorio astronómico del Llano del Jable.
Y una última foto de las zonas montañosas de La Palma:
Vista desde El Roque de Los Muchachos, en lo alto del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, mirando hacia el Oeste
La isla de la Palma, la llamada Isla Bonita, destaca por la variedad de sus paisajes, desde la costa al nivel del mar, hasta los más de 2.400 metros de altitud de la Caldera, a lo largo de 5 pisos botánicos bien diferenciados. Alberga también uno de los últimos reductos de bosque de laurisilva canaria, junto a La Gomera y Tenerife, y que ha sido declarado Reserva Natural de la Biosfera por la UNESCO. Se trata de un bosque húmedo subtropical, muy antiguo, caracterizado por especies vegetales únicas, destacando muchas del género Laurus, las cuales dan origen al nombre "laurisilva" (en latín, "bosque de laureles").
Imagen representativa del húmedo bosque de laurisilva en el Cubo de la Galga, en la parte nororiental de la isla
Aunque no lo parezcan, estas pequeñas hojas en forma de riñón pertenecen a una especie de helecho, Adiantum reniforme. Procede de una época "antediluviana", más fresca que la actual, con una población ampliamente dispersa que ha dado lugar a diferentes subespecies en distintas partes del mundo
En las Islas Canarias se encuentran algunos de los últimos reductos en el mundo de los antiguos bosques de laurisilva o laurel. Es un paraíso botánico. En la foto, se pueden ver las hojas de una especie endémica canaria, Rubus bollei
Corteza de un tilo. Los tilos (género Tilia) son unos árboles que caracterizan estos bosques, llamados bosques de los tilos
Geranium canariense, otra de las joyas de estos bosques
Otra planta "macaronésica", ya de vuelta al nivel del mar, con la costa al fondo y olas rompiendo sobre las rocas
Y cómo no, no podía haber estado yo en La Palma y no haber hecho fotos de sus "bichitos", también interesantes. El primero de ellos no podía ser otro que el famoso lagarto tizón o lagarto de Canarias occidental, endémico de La Palma y Tenerife:
Ejemplar macho de Gallotia galloti, subespecie palmae (la que habita la isla de La Palma). El macho, como en muchas otras especies de lagartos, es sin duda el más llamativo de ambos sexos. Destaca por su mayor tamaño, sus ojos amarillos, y la mancha azul en la parte inferior de la cara, que se intensifica en época de celo
El rey de la montaña. El las partes altas de la isla destaca la presencia de "cuervos grandes" (Corvus coral), sin duda una de las aves más inteligentes del mundo
Madre y cachorro. Se trata de delfines salvajes de la especie Steno bredanensis, o delfines de diente rugoso. Basta con navegar tan sólo unas pocas millas mar adentro desde el sur de la isla para tener buenas oportunidades de observar manadas de delfines salvajes que se sienten atraídos por las embarcaciones humanas, a las que acuden y comienzan a nadar rápidamente a su alrededor. Un espectáculo inigualable
Argiope trifasciata. Sí, también hay invertebrados interesantes en La Palma. Este ejemplar medía unos 7 cm. de largo
Cuatro clases en cuatro fotos (reptiles, aves, mamíferos y arácnidos).
Y para terminar, unas cuantas imágenes de las bellas costas de La Palma:
Amanecer en la costa volcánica. Las negras rocas que caracterizan el litoral de La Palma, de reciente origen magmático, determinan el paisaje de la costa allá donde uno vaya, y siempre muestran unas hermosas vistas, sobre todo a primera y última hora del día
El mar de noche. Abstracción
Zona de Los Cancajos, al sureste de la isla
Olas rompiendo y el pequeño arco iris que se observa cuando la luz del día es refractada por las numerosas y minúsculas gotas que se forman en la rompiente
La fuerza del mar
Arco iris sobre la costa de los volcanes
Nubes, rayos de sol, y el mar
Y hasta aquí, el reportaje sobre sólo algunas de las maravillas de la Isla Bonita, sólo algunas, porque hay muchas más. El próximo artículo sobre Canarias versará sobre otra isla asombrosa: Tenerife.
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