La selección italiana visitará mañana a la República Checa en el estadio Generali Arena de Praga, donde pretende dar otro paso hacia el Mundial antes de desplazarse a Brasil para disputar la Copa de las Confederaciones.
El conjunto de Cesare Prandelli tiene la oportunidad de dar un paso prácticamente definitivo para asegurarse la primera plaza del grupo B de clasificación de la zona europea, puesto que dejaría a Bulgaria a seis puntos y a los checos a ocho, con lo que se iría al 'festival de campeones' tranquila y con la moral por todo lo alto.
Hasta ahora el cuadro italiano no ha mostrado su mejor fútbol en los partidos amistosos, pero cuando la clasificación estaba en juego no ha fallado y sólo ha cedido un empate -en Bulgaria-, frente a cuatro victorias.
Prandelli vuelve a confiar en la defensa del equipo ganador del campeonato italiano, el Juventus, y además de estar bajo los palos Gianluigi Buffón, en defensa colocará a los también "bianconeri" Leonardo Bonucci y Giorgio Chiellini, a los que se sumará su compañero de equipo Andrea Barzagli, que ha superado la tendinitis que había hecho peligrar su participación en este equipo.
La defensa "azzurra" se completa con Ignazio Abate, del Milán, mientras que en el centro del campo el seleccionador italiano vuelve a confiar en los veteranos Andrea Pirlo y Daniele de Rossi con Claudio Marchisio y Riccardo Montolivo.
"El partido de Praga puede ser decisivo para esta selección, porque si ganamos estamos clasificados o reservamos un puesto en Brasil, pero hay que tener mucho cuidado porque una derrota nos puede causar muchos problemas", resumió Bonucci.
En la parte ofensiva, Prandelli se lleva a Brasil y a Praga a cuatro jugadores -Mario Balotelli, Stephan El Shaarawy, Alberto Gilardino, Sebastian Giovinco- y castigó al oriundo argentino Pablo Osvaldo, del Roma, por su comportamiento tras perder la Copa Italia contra el Lazio.
De nuevo en campo contra la República Checa estarán la pareja de delanteros del Milan, Balotelli y El Shaarawy.
Prandelli no arriesgará, ni hará pruebas en este partido que puede ser decisivo y pondrá en el campo al once de los últimos encuentros.
Para los checos es un partido prácticamente a vida o muerte. El equipo que dirige Michal Bilek no tiene más remedio que ganar para mantener sus opciones de estar cuanto menos en la repesca.
"Sabemos que es un partido crucial para nosotros. Ganar sería ideal. De lo contrario quedaríamos en una situación extremadamente complicada", afirmó el portero del Chelsea Petr Cech, mientras que el capitán, Tomas Rosicky, también aseveró que "hay que intentar ganar porque un empate no valdría para nada y si se pierde puede ser el final de toda esperanza".
Históricamente el balance está más que equilibrado, con diez victorias para cada equipo y diez empates, aunque en Praga Italia tan solo ganó una vez y fue en 1937.
Alineaciones probables:
República Checa: Cech; Selassie, Sivok, Kadlec, Limberský; Darida, Hübschman, Plasil, Rosický; Lafata y Vydra
Italia: Buffon; Bonucci, Chiellini, Barzagli, Abate, Pirlo, De Rossi, Marchisio, Montolivo; Balotelli y El Shaarawy.
Árbitro: Svein Oddvar MoenCampo: Generali Arena.