La otra noche la luna se coló en mi habitación. Me recordó cómo, aquélla noche de lluvia y pasión, nuestra historia comenzó. Me relató los pocos momentos que juntos hemos vivido y cómo se detiene el tiempo cuando estoy contigo.
Al despertar, encontré un mensaje tuyo en el buzón y la sonrisa perdida regresó. Y fue ahí, justo en ese momento, cuando entendí que eso que sentía era amor.