Jack O’Lantern (Jack el Linterna).

Publicado el 27 octubre 2011 por Moradadelbuho @moradadelbuho

Imagen | Biro-art.

La víspera de todos los santos, “La noche de Halloween”, es, probablemente, la noche más fantasmal y mágica de todo el año. Muchas fiestas y tradiciones se celebran en torno a las leyendas de espíritus que vagan por camposantos justo en esa noche deambulando en busca de la salvación eterna.

Casi podríamos hablar de una leyenda propia por cada país, incluso por cada región o ciudad o pueblo.

Historias que han pasado de boca en boca, de generación en generación, siempre subyugando a los más jóvenes (y a los no tan jóvenes) y sirviendo de excusas para secretas reuniones en que los protagonistas se cuentan los más terroríficos relatos.

El origen de las famosas calabazas talladas deviene de una leyenda de origen celta (a caballo entre Irlanda y Escocia) sobre Jack “El Tacaño” (Stingy Jack en el original inglés), un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos. Esta conducta le consiguió toda clase de enemistades pero también una reputación de persona tan malvada que rivalizaría con el mismísimo Satanás.

Permitidme, pues, encender la lumbre de mi hogar, sentaos conmigo en la alfombra, y escuchad, oíd la Historia de “Jack El Linterna”, quien deambula eternamente entre el cielo y la tierra buscando su salvación.

El Diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre. Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Cuando Lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad. El Diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.

Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo pero de nuevo Jack pidió un último deseo, en este caso que el Diablo cogiera una manzana situada en lo alto de un árbol para así tener su última comida antes de su tormento. Lucifer accedió, pero cuando estaba en el árbol Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión Jack le pidió no ser molestado en diez años, además de otra condición: que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.

Su destino no fue mejor: tras morir (mucho antes de esos diez años pactados), Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al Infierno. Para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el Diablo, y éste le expulsó de su reino y le condenó a deambular por los caminos con un nabo hueco con un carbón ardiendo dentro como única luz que guiara su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o "Jack of the Lantern", nombre que se abrevió al definitivo "Jack O'Lantern". Esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, al ser más grandes y fáciles de tallar) para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que Jack llamara a la puerta de las casas y proponer Truco o trato).

Muchas historias, pero todas con algo en común: Jack, el Diablo y la noche de Halloween, la víspera de todos los Santos.

Y cuando llegue esa noche… ¿me acompañarás por las calles a oscuras a recoger nuestros regalos?… ¿truco o trato?.

Fuente | SobreLeyendas.

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