Me animo nuevamente a participar en el reto de los jueves.
En esta edición la propuesta la plantea Campirela desde su blog y nos invita a escribir sobre los voluntarios.
Ella los llama "Héroes anónimos" y desde luego razón no le falta.
Generalmente para mis relatos no me gusta concretar con sitios ni personas reales, pero en este caso, he roto mis propias normas, en cierto modo. Si bien es verdad que no he conocido a nadie como el protagonista de mi historia, sí me he basado en al menos dos personas que fueron muy importantes en mi vida para darle forma. Por eso motivo también el desenlace de mi historia tiene lugar donde menciono.

JAIME
Palabras totales: 339Jaime no pasaba desapercibido.
Tras el cierre de la fábrica a la que había dedicado más de veinticinco años y un divorcio en que Margarita, su mujer, le dejó con lo puesto, la calle se convirtió en su hogar.
Y a pesar de eso, seguía con ese afán de querer ayudar al más débil, como si la vida no se hubiera ensañado nunca con él.
Era luz y puro corazón. Cada viernes por la tarde, aunque llevase días sin comer y su cuerpo estuviese aterido de frío y dolorido por la falta de una cama digna, acudía a su cita en la cancha y ejercía de entrenador de aquellos niños que le adoraban. ¡Qué diferente se veía cuando se metía en ese papel!
Recorría a pie, con su petate, los seis kilómetros desde su rincón favorito en los soportales, y tras charlar con Alfonso, el conserje, iba al vestuario y se pegaba una ducha con agua tan caliente que su piel salía enrojecida. A menudo aprovechaba a lavarse la ropa.
Después, cuando llegaban los niños, sus niños, sus botas ya no parecían ni desgastadas ni dos tallas más grandes. Y a su dentadura no le faltaban dientes. Era el Jaime exitoso al que todos admiraban y del que todos querían recibir consejo o aprobación.
Pero al tercer año, algunos padres presionaron a la directiva para su despido. Poco importó el argumento de que no recibía sueldo alguno ni que los niños le adoraban o que gracias a él se había conseguido la victoria en el torneo de baloncesto durante tres temporadas consecutivas. Tampoco sirvió la recogida de firmas que pusieron en marcha Alfonso y Jimena la chica de limpieza de las tardes.
Y al final Jaime se marchó un día de Pentecostés, sin homenaje ni ceremonias, pero sí entre lágrimas.
Se lo llevaron en ambulancia con problemas respiratorios graves y murió en la cama de la habitación 312 del hospital de Basurto al día siguiente.
El diagnóstico oficial habló de neumonía, quienes le conocimos sabemos que murió de pena.
Antes de dar por terminada este post, comparto dos banners que diseñé en su día para este reto, por si te animas a usarlos cuando participes.

Versión 1

Versión 2
Me encantaría que me dejases en un comentario tus impresiones sobre el relato de la vida de Jaime. Te leo encantada. 💬

Hace años, cuando escribía, casi con la misma rapidez con que llegaba el aire a mis pulmones, te invitaba a que paseases también por este rincón. Pero, por un tiempo, las letras me abandonaron y me refugié en el scrap, la bisutería , el mix-media y la costura a máquina.
Producto de esa etapa nació: www.fabricadeartesania.com
Afortunadamente, las letras regresan de vez en cuando a mi vida. Y no pienso renunciar a ellas, si puedo evitarlo.
Te lo contó Rebeca.
