Jaime Sabines

Déjame reposar, aflojar los músculos del corazón y poner a dormitar el alma para poder hablar, para poder recordar estos días, los más largos del tiempo.
Cuando me siento algo perdida. Cuando no sé muy bien por dónde tirar y me pregunto cosas como qué va a ser de mi vida, qué quiero conseguir con lo que hago, y todo ese tipo de preguntas que todos alguna vez nos hacemos, leo poesía. Nunca me ha dado por escribir lírica, pero leyéndola me relajo, y dejo de pensar. La belleza se apodera de mis pensamientos oscuros, y es como si volara.
Convalecemos de la angustia apenas y estamos débiles, asustadizos, despertando dos o tres veces de nuestro escaso sueño para verte en la noche y saber que respiras. Necesitamos despertar para estar más despiertos en esta pesadilla llena de gentes y de ruidos.
Mi último hallazgo ha sido Jaime Sabines, y sus maravillosos poemas intimistas, realistas, modernos, actuales, sinceros. Algún día, como es costumbre en mí, os leeré alguno en un Podcast. Mientras os dejo con el resto de este que acompaña mi entrada de hoy, y que se titula Déjame reposar:
Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas, por eso es que este hachazo nos sacude.
Nunca frente a tu muerte nos paramos a pensar en la muerte, ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la alegría.
No lo sabemos bien, pero de pronto llega un incesante aviso, una escapada espada de la boca de Dios que cae y cae y cae lentamente, y he aquí que temblamos de miedo, que nos ahoga el llanto contenido, que nos aprieta la garganta el miedo.
Nos echamos a andar y no paramos de andar jamás, después de medianoche, en ese pasillo del sanatorio silencioso donde hay una enfermera despierta de ángel.
Esperar que murieras era morir despacio, estar goteando del tubo de la muerte, morir poco, a pedazos.
No ha habido hora más larga que cuando no dormías, ni túnel más espeso de horror y de miseria que el que llenaban tus lamentos, tu pobre cuerpo herido.
Hablando de reposar, he decidido dejar reposar el Proyecto, RyA necesita reposar antes de una supercorrección, y yo necesito descansar las ideas. Mientras ambas, novela y autora, descansamos, terminaré una historia más corta, más de mi estilo lorénico, que estoy deseando abordar.
Sed felices, bandido y bandida.
Por cierto, la bandida Niicky Gray nos ha dedicado una entrada a mí y a esta casa de la net en su blog. PODÉIS LEERLA AQUÍ. A una siempre le gusta que valoren su trabajo, y aunque sé de sobra que Niicky lo hace, ver mi blog ahí me ha hecho mucha, pero que mucha ilusión. Gracias desde aquí :)