Jamás dejé
de pensar en ti,
y en nosotros.
Siempre aguardé
en la esperanza
a que volvieras,
así lloviera,
así nevara,
yo siempre
te esperé.
No sé cuánto
has cambiado,
no sé si la persona
que amaba,
se haya quedado
en algún lugar
del viaje
cuando se fue;
pero yo siempre
te esperé,
y jamás dejé
de pensar en ti.
Aun cuando
me hayas olvidado,
jamás cedí tu
recuerdo ante
el tiempo,
y jamás la distancia
me alejó de ti,
porque siempre
te pensé,
tan cerca de mí.
Jamás dejé
de pensar en ti,
y en nosotros.
Autor: Rourke Boada