JAMBOREE de M. Vázquez Montalbán
La muchacha era negra y cantabauna experiencia agridulce, metálicade micrófono, metálico el hielo usadoen la penumbra del vaso opacoginy manos espontáneas abofeteándoseen la bromúrica África europea del sábadoBaudelaireestaba detrás del frenesí de las caderascadenciosas de muchachas emancipadasabiertas al sol nocturno del saxoy nadieintentaba decir a los de la Navy: yankeego home, porque los yanquis –tal vezexiliados de algún Harlem blanco– escalabanel estrado en un salto de tragamillaso de puntero de rugby en el partido cumbrepara recuperar el jazz y amableen el piano de aquel pianista poetasabio como un soltero sin compromisoslícitosy batíamos palmas si la muchachanegra nos cantaba Remember When, ya tarde,hacia las tres de la mañana, cuandoen la plaza del exterior, con estatua,vomitaba algún padre de familiayabajo–en Jamboree– la triste risa negra de Glorianocturna como su piel y su voz de EllaFitzgerald tímida, nos hacía inteligentesde libros y cubalibres, comprobandoquetampoco había sido aquél el octavo,el tan esperado octavo día de la semana.
- "Una Educación Sentimental. Praga" 1967
50 años de jazz en el JAMBOREEEl 9 de enero de 1960, el quinteto de Tete Montoliu (1) inauguraba esta pequeña sala de conciertos en Barcelona. Durante diez años, fue la puerta de entrada del jazz internacional. Además de Ella Fitzgerald o Chet Baker, acturaron en la sala Lou Bennet, Dexter Gordon, Art Farmer o Elvis Jones, convirtiéndose en memoria emocional de una nueva generación de músicos locales. «Los músicos que vienen a tocar a la sala nos aseguran que sienten que las paredes les hablan, que se respira historia», comenta Pierre Bechet, director de la sala, encargado de su programación.
A Todo Jazz: Tete Montoliu (12 Julio 2009) (1)
Espero que disfrutéis de esta música y que si pasáis por Barcelona (España), no dejéis de ir una velada al Jamboree.