Fotógrafo de profesión, inspiración y diría que hasta de nacimiento, esta dama de las imágenes constituye un ejemplo vivo de lo que son el esfuerzo, la lucha, el sacrificio y la fe. Si grandes son sus retratos, sus paisajes, sus experimentos visuales y sus fotos de animales, niños y plantas, os aseguro que enormes y colosales son su personalidad, su cariño y su entrega hacia todo aquello que considera tan real y veraz como ella misma.
Tras nuestros primeros contactos el tiempo ha ido pasando y ha sido el propio tiempo quien nos ha permitido convertirnos en amigas. Aún no nos hemos podido dar esos abrazos físicos que tanto deseamos, ni hemos podido compartir espacio, cafés, paseos o bombones. Vivimos a varios miles de kilómetros de distancia. Pero ambas sabemos que cuando tengan que llegar esos momentos, llegarán. Y ,entonces, los disfrutaremos como posesas.
Quienes bien me conocen saben de mi absoluta pasión por el maravilloso arte de la fotografía y, aunque no dispongo ni del equipo técnico ni de los conocimientos necesarios como para dedicarme a ello de forma profesional, uno de mis sueños, sin lugar a dudas, es el de llegar a poder realizar algún día, instantáneas la mitad de buenas que las de mi querida Emperatriz, cariñoso apodo con el que he rebautizado a mi Jana.
Hace pocos días, mi querida Jana se decidió a renovar su web personal cambiándole el diseño y regalándonos el disfrute de poder completar su obra con mayor amplitud. Pensé que este era el momento ideal para dedicarle unas humildes líneas en mi blog personal y dárosla a conocer, así, a todos vosotros. Os aseguro que no os arrepentiréis si pincháis sobre la portada de su web -justo debajo de estas letras- y os internáis, de ese modo, en su mágico universo de luces y sombras, irreales realidades y tangibles ensueños. No esperes más y pasa a conocer el alma de la gran Jana Vela.
Te quiero mucho, Jana...Pero eso ya lo sabes.