Janus

Janus Bifronte

De los solsticios siempre me ha llamado la atención su relación simbólica con las puertas y porteros. Los griegos y romanos comprendieron a cabalidad el impacto en la psique  de este arquetipo que posteriormente fue tomado por los cristianos con la figura de San Pedro y sus llaves manteniendo intacta la figura del portero que abre o no las puertas del cielo.No se crean que es fácil y grato el trabajo de los porteros, vigilar quién puede entrar o salir de un mundo o dimensión a otro siempre fue un tema clave tomado muy enserio por los Dioses de varias culturas. Ahí lo tienen al pobre Heimdall, portero del Bifrost teniendo que lidiar con embaucadores expertos como Loki o el Can Cerbero vigilante de las puertas del inframundo fácilmente sobornable con alguna melodía de Orfeo o tortas de miel. De todos los porteros famosos, el premio mayor se lo lleva Janus o Jano Bifronte. El célebre portero, patrón de los constructores de la Collegia Fabrorum, Dios de las Puertas solsticiales, transiciones, iniciaciones  y por tanto de todos los inicios y finales. En su honor fue consagrado el primer mes del año (January= Enero). Representado con dos rostros, cada uno de ellos mirando en direcciones opuestas: al pasado y al futuro, con las llaves de oro y de plata se vinculaba con los grandes  y pequeños misterios de Eleusis. Roberts Graves en su obra La Diosa Blanca, complica un poco más el origen de Janus afirmando que: "Jano tal vez no era bicéfalo originalmente, puede haber adquirido esa peculiaridad de la diosa misma, a la que en las Carmentales, festival que se celebraba a comienzos de enero, llamaban sus celebrantes «Postvorta y Antevorta», «la que mira hacia atrás y hacia adelante». Sin embargo, un Jano con larga cabellera y alas aparece en una moneda antigua de Mallos, una colonia cretense en Cilicia".  El culto a los dos Juanes del Cristianismo deviene de aquel famoso portero, convenientemente acomodado claro está a la  "novel religión romana". Así fue como San Juan el Bautista pasó a celebrarse en junio (solsticio verano para el Hemisferio Norte) y San Juan El Evangelista en diciembre (solsticio invierno para el Hemisferio Norte). Siendo esta época del año tan importante desde varios puntos de vista y para varias culturas he estado pensado en el significado psicológico de los portales y en qué  pueden  beneficiarnos en la vida cotidiana. Más allá de la ritualística que cada quien practique esta es una temporada ideal para comenzar y terminar procesos. Literalmente es un buen momento para preguntarnos a qué debo cerrar las puertas y a qué nuevos proyectos debería abrirlas. Es así que una vez más encuentro que los símbolos cuando son comprendidos pueden aplicarse a cada aspecto de la vida por ello creo que vale la pena estudiarlos y vivirlos :)Sapere Aude