Además, su apodo de "Jefecito" (en homenaje al "Jefe" Astrada) responde también a que desde siempre, su solvencia defensiva, temple y capacidad de liderazgo84 85 86 87 lo caracterizaron como jugador. A muy corta edad su bajo perfil, ascendencia natural y una madurez impropia para un chico tan joven,88 ha sido digno de elogios por parte de sus formadores -lo exhibían como un orgullo, como un pequeño de corazón gigante89 - por parte de sus propios pares, y también de la prensa deportiva y ex futbolistas que vistieron la camiseta albiceleste:

