Jesús el Galileo

Sólo una breve reseña de Jesús el Galileo, una obra que trata de reconstruir el pensamiento original de Jesús partiendo de fuentes no exclusivamente bíblicas. El libro de Senén Vidal y publicado por Sal Terrae describe asépticamente un plan de Jesuánico que básicamente puede estructurarse en 4 fases:

1. La etapa de Juan el Bautista

Juan el Bautista pretende llamar a la conversión de Israel desde las puertas de Israel, en el desierto. Aquí el bautismo se plantea como un signo externo de conversión preparatorio para la instauración de un Israel fiel a Dios.

2. La etapa Galilea

Jesús toma la muerte de Juan el Bautista como señal de que ha llegado el momento de avanzar en el plan divino. Su estrategia es ir a las aldeas de Galilea –que Senén Vidal entiende son el símbolo del pueblo común oprimido por sus propios gobernantes y las clases explotadoras– y anunciar ni más ni menos que la venida del Reino de Dios en la Tierra. Reino de Dios que debe entenderse como una conversión radical y urgente a Dios; desde ahí entiende Senen Vidal que debe comprenderse las exigencias radicales de la misión.

3. La etapa de Jerusalén

De acuerdo con Senén Vidal, en el plan “original” de Jesús, Jerusalén hubiera sido el último y definitivo paso de la misión; una vez establecido en Galilea el Reino de Dios. Para Senén Vidal esta misión acaba fracasando por la sucesiva oposición de los gobernantes primero, pero también por el mismo pueblo y hasta sus propios seguidores, que no entienden el plan de Jesús.

Jesús reacciona interpretándolo todo como una señal para ir aún más adelante. No va con la intención morir en Jerusalén, sino de arriesgarlo todo por el Reino, tratando de provocar el cambio. Sin embargo vuelve a toparse con el rechazo y señales cada vez más claras que todo va a terminar con su muerte.

4. Enfrentando la muerte

Finalmente Jesús interpreta que la muerte y su resurrección definitiva es el elemento final clave para el establecimiento del Reino y desde esta perspectiva debe entenderse la última cena.

// ¿Y mi opinión? Bueno es una perspectiva interesante, aunque creo que hay demasiadas referencias a fuentes proto-bíblicas y demasiadas incertidumbres en los elementos que emplea el autor en su formulación como para entender que ha llegado a una respuesta definitiva.

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