Jihad es una acción de autoprotección contra una amenaza externa. Está probado que en el Islam hay grupos fanáticos en permanente Jihad. Pero qué, cuál o cómo es esa amenaza externa?
Soy español viviendo entre egipcios en un barrio como cualquier otro y para lo bueno y para lo malo me conocen, y me reconocen, la mayoría. Como habitante del vecindario me gusta hablar todo lo que puedo con la gente pero, sobre todo, me gusta hacerlo con los pocos adolescentes y jóvenes que sepan hablar inglés; me interesa saber qué y cómo estudian, me interesa saber sus gustos más allá de si uno es del Madrid u otro del Barça pero, sobre todo, me interesa saber lo que piensan.
Salvo excepciones siempre hay un patrón que se cumple a rajatabla: el Islam es lo más importante en esta vida para vivir la otra vida, Egipto es el mejor país del mundo y me gustaría vivir siempre en él, el odio a Israel y la aseveración que los israelíes son unos asesinos y el odio a Estados Unidos, y por ende a todo "occidente", porque quiere destruir el Islam y a los países árabes. Yo les pregunto, a chavales de 16, 18 o 20 años, si saben qué es el Big Bang o quién es Charles Darwin; nadie me responde, nadie lo sabe. Ni en la escuela ni en sus casas nadie se lo ha explicado. Adoctrinados desde la infancia en el Islam, el mundo árabe y en el odio a occidente; desde la escuela, desde la calle, desde sus casas y desde la televisión. Ya tienen justificada su amenza externa. Ya tienen su jihad.
Occidente ha dotado al mundo de nuevas tecnologías a los que estos adolescentes y jóvenes no son ajenas, se vuelven locos por tener un Blackberry, un iPhone o un iPad, tampoco son ajenos a internet, devoran Wrestling y películas de acción occidentales por Panorama Action, Top Movies, Fox Movies o MBC. La tecnología ha sido de gran ayuda a los jóvenes egipcios a derrocar a Hosni Mubarak y a Mohamed Morsi. Pero por esos satélites que pueblan los tejados también tienen hueco el dogma, la doctrina, la (des)información y la propaganda islamista; canales y canales de temática religiosa, y de todos los países árabo-musulmanes, en los que se pueden ver a jeques y predicadores desde las mezquitas y los estudios de televisión atizar el odio a Israel y a Estados Unidos en nombre de Allah y alentando y prediciendo la victoria del Islam en el mundo sobre el resto de religiones. Jeques y predicadores que justifican a al Qaida y ensalzan la lucha de bin Ladin, al-Zawahiri o al Zarkawi, religiosos que justifican el asesinato y la destrucción. Por qué motivo? Por qué los atentados de Nueva York, Madrid, Londres o Beslan fueron celebrados por minorías dentro de los países árabo-musulmanes y en algunas casas de occidente?.
Hoy en día hay muchos musulmanes expatriados en occidente; tienen sus propiedades, sus negocios y han tenido a su descendencia allí, algunos de generaciones. Muchos de ellos han recibido programas de ayuda e integración a las nuevas sociedades, saben cómo es el estilo de vida occidental y disfrutan de las ventajas e inconvenientes de un Estado de Derecho como cualquier otro ciudadano; son uno más. Mientras, desde sus países de origen siguen escuchando, vía satélite: nosotros somos musulmanes, nosotros somos árabes, Estados Unidos e Israel se aprovechan de nosotros, nos quieren eliminar... Son dicursos desde las mezquitas y a veces propagados por sus propios gobernantes; dictadores y tiranos en todos los países excepto Turquía. Culpan a occidente de cualquier problema que tenga el mundo musulmán, por pequeño que sea, la mayoría provocados por la incompetencia y corrupción de sus dirigentes, por el fracaso de sus sociedades y por el adoctrinamiento educativo, excluyente y sectario; dirigentes y predicadores que día tras día les repiten que hay una amenaza en el exterior y les invitan a luchar contra ella.
Curiosamente los mismos gobiernos piden a occidente, concretamente a Estados Unidos, ayuda en el armamento y entrenamiento de sus ejércitos. Marruecos, Egipto, Líbano, Jordania, Turquía, Saudi Arabia, UAE, Omán, Qatar, Bahrain o Pakistán son aliados estratégicos de Estados Unidos (por extensión de todos los países OTAN) que también interviene en la formación y dotación de los ejércitos de Iraq y Afganistán.
En la actual situación de países como Mauritania, Malí, Túnez, Libya, Egipto, Sudán, Palestina, Syria, Iraq, Somalia, Yemen, Pakistán o Afganistán el islamismo religioso lo tiene fácil para recoger jihadistas; estados en revueltas permanentes o en estado de pre-guerra, estados donde las fracturas sociales, ricos-pobres, son abismales, estados donde la educación y la cultura no es accesible a un alto número de la población. Son Estados donde el islamismo radical tiene sencillo buscar en las mentes la voluntad de ser los futuros mártires; luchadores por la causa de una jihad islamista que empieza a gestarse en la propia escuela.