Joder. Ahora me vendréis algunos diciendo que no puedo empezar de esta manera uno de mis textos, y no sé por qué si ni siquiera soy la primera escritora que introduce tacos en ellos, ni seré la última. Una palabra que, por cierto, esconde varias realidades, entre ellas: frustración, ilusión, desamor, tristeza, odio... e ira.
Joder, contigo. Me juraste seriamente amor cuando tu único interés en mí estaba centrado en mi sexo, que no género. Prometiste no burlarte de lo que sentía y, sin embargo, cuando llegó el momento me tendí rendida en la cama llorando desconsoladamente debido a cada una de tus burlas y humillaciones. Me acribillaste a malas palabras e insultos cuando sólo pedía tu apoyo moral. Me jodiste hasta hacerme creer que era yo quien tenía la culpa, y lloré por ti lo que no he llorado nunca por nadie. Espero que te jodan tan fuerte como quisiste hacer conmigo, aunque siempre te quedará el deseo de no haberme jodido personalmente. Jódete. Espero que te jodan porque será lo único que sepas de todos, impertinente misógino. Fui yo quien me creí tus palabras, frío e hipócrita. Vuélveme a mirar a los ojos, y procura esta vez tener las intenciones bien puestas porque de lo único que sabrás de mí serán las heridas abiertas que me dejaste en el corazón, aún sin cicatrizar debido a tus culpas y daños. Perjuraste hasta convencerme de que lo que sentías era totalmente cierto, y yo por imbécil te creí. Misógino, arrogante, hipócrita, espero que sigas removiendo la mierda en la que, en principio, es tu carretera; puede que las penas fluyan como el agua de los ríos y, sin embargo, aquí la única pena que siento que hay eres tú mismo al no saber causar una grata impresión en tu alrededor sin la necesidad de recurrir a ella.
Sigue jodiendo, jódeme. Lo único que te recuerdo es que del amor al odio sólo hay un paso y tú ya estás a unos centímetros de traspasar esa delgada línea. Finge lo que piensas, tus gustos como tus ganas de nada por el sentimiento que muestras entre las piernas; que todo hecho con amor es mucho más bonito. Que joder es gratuito, y para follar sólo se necesita un móvil por el cual llamar sin necesidad de compromiso, joder. Disfruta de tu estancia, porque tu tren no creo que dure mucho en descarrilarse; y si no es así, estás cerca de llegar a la estación; el tiempo lo cura y, a su vez, lo destruye todo.
Joder.