A Johannes Kepler se le atribuyen muchos méritos; padre de la Ciencia Ficción desde el Renacimiento. Casi sin querer ideó una serie de teorías que solo su mente pudo imaginar.
"Si Kepler no hubiera nacido no estaríamos aquí"
Neil Amsrtrong (en referencia a su viaje a la Luna)
Nace en Würtemburg, Alemania , en 1571. Desde muy joven se sintió atraído por la Astronomía, la posición de El Sol y las estrellas así como los planetas (en griego significa Errantes). Hijo de un mercenario que luchó para el ejército del duque de Alba y que desapareció en el campo de batalla.
Su madre, sospechosa de practicar brujería. Johannes Kepler superó las secuelas de una triste y anodina infancia gracias a su tenacidad y sentido práctico de sus ideas e inteligencia.
Dio clases en el seminario protestante de Graz. Divulgó las leyes del movimiento planetario durante la mayor parte de su vida. En un principio Kepler consideró que el movimiento de los planetas debía cumplir las leyes pitagóricas de la armonía. Esta teoría es conocida como la música o la Armonía de los Cuerpos Celestes. En su visión del universo no era casualidad que el número de planetas conocidos en su época fuera uno más que el número de cuerpos geométricos perfectos.
Siendo un firme partidario de las teorías de Copérnico, procuró identificar que las distancias de los planetas al Sol venían dadas por esferas en el interior de poliedros perfectos, unidas consecutivamente unas sobre otras. En el interior Mercurio, mientras que Venus, La Tierra, Marte, Júpiter y Saturno estarían situados en el interior de los cinco planetas.
Expresando su fe religiosa, en 1596 escribió El Misterio Cósmico, dando gracias a Dios por la existencia, elegancia y sabiduría recompensadas. “A través de mi esfuerzo, Dios debe ser gratificado por medio de la Astronomía".
Pocos años después, Kepler acepta la propuesta de Tycho Brahe, el Astrónomo Imperial, que a su vez había construido el centro de observación más moderno de la época. Sin embargo, abastecido con la mejor tecnología planetaria hasta entonces, una relación de recelo y desconfianza se fue fraguando con el tiempo y no fue hasta 1602, tras la muerte de Brahe, cuando Kepler consiga acceder a los estudios recopilados por el Astrónomo Imperial, mucho más precisos que los acaecidos por Copérnico.
A la vista de los datos, especialmente los relativos al movimiento retrógrado de Marte, se dio cuenta de que el movimiento de los planetas no podía ser explicado por su teoría de cuerpos perfectos y la armonía de esferas. Kepler, ante la negación de aceptar la inexactitud que los planetas describieran figuras geométricas simples, practicó con éxito de combinaciones de círculos. Cuando se convenció de la imposibilidad de lograrlo con círculos, usó óvalos. Al fracasar también con ellos, empleó como último recurso las elipses. Con ellas desentrañó sus famosas Tres Leyes:
1 - Los planetas tienen movimientos elípticos alrededor del Sol, estando éste situado en uno de los 2 focos que contiene la elipse.
Después de ese importante salto, en donde por primera vez los hechos se anteponían a los deseos y los prejuicios sobre la naturaleza del mundo, Kepler se dedicó simplemente a observar los datos y a sacar conclusiones ya sin ninguna idea preconcebida. Pasó a comprobar la velocidad del planeta a través de las órbitas llegando a la segunda ley:
2 - Las áreas barridas por los radios de los planetas, son proporcionales al tiempo empleado por estos en recorrer el perímetro de dichas áreas.
Durante mucho tiempo, Kepler solo pudo confirmar estas dos leyes en el resto de planetas. Aun así fue un logro espectacular, pero faltaba relacionar las trayectorias de los planetas entre sí. Tras varios años, descubrió la tercera e importantísima ley del movimiento planetario:
3 - El cuadrado de los períodos de la órbita de los planetas es proporcional al cubo de la distancia promedio al Sol.
Esta ley, llamada también ley armónica, junto con las otras leyes, permitía ya unificar, predecir y comprender todos los movimientos de los astros. Marcando un hito en la historia de la ciencia, Kepler fue el último astrólogo y se convirtió en el primer astrónomo, desechando la fe y las creencias y explicando los fenómenos por la mera observación.
En 1634 escribe el libro Somnium (El Sueño), condecorado como el principal impulsor de la Ciencia Ficción con sus ideas sobre “ barcos a los planetas “ , el punto inicial hacia lo que en nuestros días se convirtió en los viajes espaciales.
Fuente: Anna Maria Lombardi: Johannes Kepler – Einsichten in die himmlische Harmonie. Weinheim: Spektrum d. Wissenschaft 2000