Con la literatura escandinava está pasando algo bastante curioso. Novelas mediocres de todo tipo se nos venden como obras maestras porque el protagonista ya no se llama John sino Niels o algo peor. El caso que nos ocupa es uno de los mejores ejemplos de lo que decimos.
Alian Karlsson es un abuelo centenario que se escapa del asilo en el que reside el día que cumpliría su primer siglo de vida. En su escapada le roba a un delincuente que tras perseguirle termina muriendo por equivocación en una aldea. El dueño de la casa donde fallece decide escaparse con el anciano.
En su camino se encuentran a un vendedor de salchichas y a una señora que cuida de un elefante. En el juicio por los cargos que se les imputan, hay otra muerte, logran salvarse. Esta trama, de tercero de E.G.B., ha vendido un millón de libros desde 2010. A lo anterior le añadimos las vivencias del protagonista con Franco, Mao, Churchill, Stalin y Roosevelt. Así de sencillo.
Repasamos la historia del siglo XX de un modo sui generis de la mano del protagonista y se nos clava una novela horrenda, mal escrita, farragosa y aburrida como pocas. Esta novela la escribe Juan González y no se la compra ninguna editorial. Si se pone Jon Ericsson vende millones de ejemplares. Así es la literatura que nos quieren clavar hoy en día y la que la gente sigue comprando. Para olvidar.