Ayer hice un trato con un jovencito. Sé que es un jovencito por su voz al teléfono y su fotografía en la red social. Por lo que puedo saber, está encargado al menos de la parte de los negocios de su papá, en la que hace tratos con personas como yo.
Recordé a otros jovencitos trabajando: uno que ahora es un hombre de familia, otro que está siendo un muchacho en este momento. Los tres son varones, pero por supuesto, lo que pienso aplica igual para mujeres:
Qué grato es ver la conjunción de dos cosas buenas e importantes: alguien joven abriéndose paso, "buscándose la vida", y el camino allanado por quien antecedió.
Silvia Parque