Las prefieren mayores o los quieren mayores. Ya, parece que no hay problema alguno. Las y los mayores están de moda. Ya no es la cuchibarbie, ni el viejo verde, sino la pareja ideal del momento.
Los amores secretos en alta voz están de moda. La televisión sigue ayudando a cambiar parejas, rejuvenecer a quienes se creían pasados de moda, hacer que los y las jóvenes busquen en las y los mayores su pareja, su media naranja, su química.
Juegos prohibidos, amor incógnito o como quiera llamarse es lo que está de moda. Los y las jóvenes prefieren mayores por su experiencia. Además, según ellas y ellos, hay una indescifrable y seductora belleza en la personalidad de muchas mujeres y hombres que hoy están en la edad madura. Porque son mayores, gustan más. La experiencia es la madre de los jóvenes.
En el caso de muchas jóvenes, ellas piensan que son hombres especiales, románticos, interesantes y atrayentes; poseen ya su forma de ser, de pensar, y de vivir. Para algunas jóvenes, los hombres maduros tienen mayor desenvoltura en el trato con las mujeres, saben reconocer sus cualidades, son más espirituales, discretos, comprensivos y más educados. Y siguen siendo románticos. No van al grano directamente. Dan una vuelta, un rodeo, endulzan, ensalzan, envuelven.
La razón por la cual muchos hombres maduros poseen esas cualidades maravillosas se debe a varios factores:
Tienen formación propia y familiar, sus raíces, sabiduría, gustos individuales, etc. pero, en parte, tienen un buen campo de influencia, los modos de vivir de una época, films y música que dejaron buenos recuerdos de su juventud, un tiempo no tan remoto, pero que con seguridad no vuelve más.
- Vivieron su juventud (época que marca la vida de todos nosotros) en uno de los mejores períodos de nuestro tiempo: Los años 60/70, consideradas las “décadas de oro de la juventud”, cuando el romanticismo fue vivido y cantado en verso y prosa.
Muchos se han vuelto poetas, otros aman la poesía, pero lo que es más importante no es la edad denunciada, son los detalles de su fisonomía y los raros valores de sus personalidades.
En fin, los juegos prohibidos ya no se ven tan prohibidos. Ni los amores ocultos, están tan escondidos. Tampoco se esconden los amores incógnitos.
Los medios siguen alimentando las mentes y les siguen entregando nuevos juegos, ideas, tretas.
Los jóvenes y las jóvenes encontraron que los juegos prohibidos están de moda. ¡Y los juegan!
Manuel Gómez S ([email protected])
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