Este "quédate en casa " que parece interminable me trae una severa desubicación temporal. De por sí, no soy precisamente la reina de la ubicación... Cada vez tiene menos sentido distinguir "entre semana" y "fin de semana". Cada vez son más relajados los horarios para comer y dormir en esta familia.
También estoy más a gusto cada día. A pesar de que un ventilador murió. A pesar de la plaga de moscas. A pesar de que nada asegura el regreso a clases presenciales en septiembre. De ayer a hoy, no dormí; a veces nada más el exceso me hace posible; pero soy feliz.
Silvia Parque